Mientras que el café ha sido la bebida energética preferida desde el siglo XVI, un nuevo estimulante ha ido ganando popularidad desde finales de los 90: la bebida energética. Las coloridas y ruidosas latas llenan las neveras de las gasolineras de todo el mundo, desde los cansados conductores de camiones hasta los estudiantes de secundaria que buscan un rápido empujón de energía y concentración.
Aunque pueden ser eficaces para levantar el ánimo en el momento, la mayoría de estas bebidas contienen una gran cantidad de cafeína, azúcar, aditivos, guaraná, taurina y L-carnitina que pueden tener efectos duraderos sobre la salud, según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades. Los riesgos potenciales son el aumento de la presión arterial y el ritmo cardíaco, la deshidratación, los latidos irregulares, la insuficiencia cardíaca, la ansiedad y el insomnio. El riesgo es especialmente alto para los niños y los adolescentes.
Una sola bebida energética de 8 onzas puede tener hasta 250 miligramos de cafeína, según la FDA. En comparación, una taza de café de 8 onzas suele contener hasta 100 miligramos. Además, muchas marcas de bebidas energéticas ofrecen latas de 16 y 24 onzas que contienen varias raciones.
La Asociación Americana del Corazón recomienda que los hombres no consuman más de 36 gramos de azúcar añadido al día. Para las mujeres, recomienda un límite de 25 gramos de azúcar añadido al día. Eso significa que la asignación de un solo día podría llegar al máximo con una sola bebida energética, o incluso con la mitad de una bebida energética, dependiendo de la marca que elija.
En cuanto a los otros ingredientes, hay algunas cosas que debe saber. El guaraná se deriva de las semillas de una planta amazónica que contiene aproximadamente cuatro veces la cantidad de cafeína que se encuentra en los granos de café y, según una investigación publicada en la revista PLOS One, también contiene otros compuestos que se cree que potencian el efecto estimulante de la cafeína. Ingredientes como la taurina y la L-carnitina suenan a miedo, pero en realidad son sólo aminoácidos que se cree que ayudan al cuerpo a metabolizar la energía. Según un estudio publicado en la revista Regulatory Toxicology and Pharmacology, su consumo es seguro incluso en grandes cantidades. Por otro lado, los aditivos a base de compuestos de sal (que suelen incluir el sufijo «cloruro» o comenzar con la palabra «sodio») pueden aumentar los niveles de sodio en cada lata; una dieta alta en sodio podría aumentar el riesgo de hipertensión arterial y otras complicaciones de salud.
Aquí se muestra lo que contienen algunas de las bebidas energéticas más populares del mercado.