Las 5 C’s de la Responsabilidad

Para mucha gente, su primera experiencia con una mascota fue probablemente de niño, y fue una oportunidad para que sus padres les enseñaran responsabilidad. Puede que fuera un pez de colores o un hámster, o quizá un gatito o un cachorro.

Siempre venía con las mismas condiciones: «Esta es tu mascota, así que tienes que cuidarla». Eso significaba alimentarlo, limpiar la jaula o la caja de arena, sacarlo a pasear, etc.

Por supuesto, la mayoría de las veces, uno de los padres acababa teniendo que hacer todas esas cosas, porque los adultos son más responsables que los niños. ¿O no lo son?

La mayoría de los adultos son lo suficientemente responsables como para asegurarse de que sus perros tienen suficiente comida y agua, y de que reciben sus vacunas y su licencia – pero ser un dueño de perro responsable es mucho más que eso.

Siempre me sorprende cuando alguien me dice que rara vez pasea a su perro, y me sorprende aún más la frecuencia con la que lo oigo – pero el paseo del perro es la responsabilidad número uno, después de asegurar su supervivencia, por supuesto. Si no tienes tiempo, tienes que sacar tiempo. Si no tienes la capacidad física, entonces tienes que invertir en un paseador de perros profesional.

Sé que a veces el clima puede ser un factor, especialmente si hace mucho frío o mucho calor, pero si vives en una zona con condiciones extremas, entonces tienes que encontrar una alternativa, como una cinta de correr o un centro comercial cubierto para perros – y recuerda que es sólo una alternativa temporal.

Los perros necesitan ejercicio – esa es la primera y más importante parte de mi fórmula de cumplimiento, ¿recuerdas? – y el paseo es la mejor manera de conseguirlo. Además, es una oportunidad para que usted y su perro establezcan un vínculo, y para que usted asuma la posición de líder de la manada.

Pero nuestra responsabilidad con nuestros perros no termina ahí. Aquí hay otras cinco cosas que debes hacer para ser un dueño de perro responsable.

  1. Compromiso
    Cuando adoptas un perro, es para toda la vida. Dependiendo de la raza, se trata de un compromiso de entre siete y dieciséis años o más, por lo que debe estar preparado para adaptarse a los cambios en las circunstancias de la vida; por ejemplo, si tiene que mudarse, tendrá que tomarse el tiempo necesario para encontrar un nuevo hogar que admita perros.

    Y, si por razones ajenas a su voluntad se ve obligado a renunciar a su perro, no lo entregue sin más a un refugio. Haga arreglos con un amigo o miembro de la familia que pueda adoptar, o trabaje con una organización de rescate que no mate y que le encuentre un nuevo hogar a su perro.

  2. Costo
    Las mascotas cuestan dinero y, según la ASPCA, los costos promedio para el cuidado regular de los perros son de alrededor de $600 a $900 por año, sin incluir ningún extra como tratamiento de emergencia, medicamentos o dietas especiales, u otros gastos imprevistos. El seguro de salud para mascotas es una excelente inversión que ayudará a mantener esos costes manejables, y tampoco es mala idea reservar un fondo de emergencia en una cuenta de ahorros separada para cubrir cualquier imprevisto que surja.
  3. Cuidados
    Además de la comida, el agua y el paseo, debe llevar a su perro al veterinario al menos una vez al año para un examen de bienestar, y dos veces al año una vez que se convierta en senior – su veterinario puede informarle de cuándo es el caso. Los cuidados incluyen asegurarse de que su perro tiene todas las vacunas y el tratamiento preventivo (contra pulgas, garrapatas, parásitos, etc.), así como cualquier tratamiento temporal recomendado por su veterinario.

    Otro aspecto del cuidado en el que quizá no piense es la preparación para emergencias, por lo que, además de su propio kit de evacuación, necesitará uno para su perro, tanto si su zona es propensa a incendios, inundaciones, tornados, terremotos u otras catástrofes naturales.

    Por último, la parte más dura pero necesaria del cuidado de un perro llega al final de su vida, especialmente cuando llega a la vejez. Prepárese emocionalmente para tomar la decisión correcta y por las razones correctas cuando la salud de su perro disminuya. Esa decisión tiene que ver con su calidad de vida o con la falta de ella, no con prolongarla por tu bien.

  4. Control
    Puede ser tentador querer rescatar a todos los perros que veas, pero hay límites a la cantidad que puedes cuidar. No todo el mundo tiene su propio Centro de Psicología Canina o rancho o refugio. Adopte sólo el número de mascotas que pueda permitirse y cuidar razonablemente. También asegúrese de que todos sus perros tienen etiquetas de identificación y microchips, y que su información de licencia y registro está siempre al día.

    Controlar también significa tener sus perros esterilizados y castrados, lo que ayudará a reducir el número de animales callejeros y de refugio no deseados, así como mantenerlos más sanos y tranquilos a largo plazo.

  5. Consideración
    Nuestros perros pueden tener un impacto en las personas ajenas a nuestro hogar, por lo que siempre debemos hacer todo lo posible para asegurarnos de que no se conviertan en «ese perro» que todos en el vecindario temen. Esto significa entrenar a su perro para que no ladre o se queje incesantemente cuando se quede solo, y asegurarse de que su casa y su patio son seguros para evitar que se escape.

    Esto también significa que sus perros deben estar debidamente socializados y entrenados, y siempre con correa cuando esté en público con ellos – y es necesario que siempre recoja sus cacas.

Después de nuestros hijos, los perros (y los gatos) son probablemente la mayor inversión que hacemos en términos de tiempo, dinero y apego emocional – y la mayor para las personas sin hijos. Les debemos a ellos, y a nosotros mismos, asumir toda la responsabilidad para que nuestro demasiado breve tiempo juntos sea feliz, seguro y protegido para todos los implicados, tanto humanos como perros.

¡Mantenga la calma y sea responsable!

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