1. ¿Estás enfermo de gripe? ¿Calambres? ¿Literalmente cualquier cosa? Él lo tiene. En el momento en que ha pasado por la escuela de medicina, la residencia, la beca, y cualquier otra cosa que uno tiene que hacer para aprender a salvar la vida de las personas, él ha visto casi todo. Quiere ocuparse de ti y de tus problemas. Lo lleva en la sangre.
2. Le encanta que le digas que tu ERGE se está agravando. Bueno, no exactamente. Pero por su trabajo debe lidiar con gente que se queja literalmente de sus problemas todo el día, así que el tío es un gran oyente.
3. ¿Quién necesita WebMD cuando tienes al Dr. IRL? «Cariño, me duele el dedo, ¿puedes mirarlo? Además, te juro que tengo un dolor extraño en mi…» «Estás bien». «No, pero…» «Estás bien.» ¡Problema resuelto!
4. Nunca más tendrás que preocuparte por ahogarte con una uva. ¡Puede hacer Heimlich! ¿Seguro que te has torcido el tobillo caminando borracha con tacones? Puede improvisar una escayola. Salir con un médico es como vivir en un mundo lleno de arco iris saludables y sonrisas seguras.
5. Nunca tienes que lidiar con ginsecurities (inseguridades de gas). No es que deba serlo nunca en ninguna relación sana, pero las inseguridades de las relaciones a largo plazo (por ejemplo, tirarse pedos delante del otro, eructar) aparecen mucho más rápido cuando estás con un médico.
6. ¡Noches de cita improvisadas! Sexo emocional sobrealimentado. Siendo realistas, los médicos tienen días malos (como, días realmente malos) más a menudo de lo que nos gusta pensar. En esos días, necesitan cosas que les hagan olvidar lo que han tenido que afrontar.
7. Al haber estado literalmente en situaciones de vida o muerte, tiene perspectiva. Sabe lo que es importante (la vida) y lo que no (todas las demás cosas). Por ejemplo:
8. En caso de emergencia, ha aprendido a no asustarse. Tienes a tu lado a alguien que no pestañea dos veces en situaciones que pondrían a prueba las relaciones de otras personas. Además, has aprendido a reevaluar lo que es una emergencia: ahora entiendes que no es una espera de 40 minutos para el brunch.
9. Joder, sí, puedes meter dos películas, esa nueva marisquería, la recogida de manzanas y la hora feliz en un solo día. Entre sus turnos y tu ajetreada vida, tenéis dos noches completamente libres para pasar juntos en las próximas cuatro semanas. Que comience la planificación de una cita nocturna muy proactiva y ambiciosa.
10. Los médicos conocen bien la anatomía femenina 😉 😉 😉 No, pero de verdad. Todos tienen que estudiar ginecología. Conocen todas las partes. Deja que te enseñen cómo funcionan.
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