Hunter S. Thompson era famoso por vivir el estilo de vida sobre el que se atrevía a escribir. El autor de novelas fundamentales como Miedo y asco en Las Vegas y El diario del ron hizo una carrera basada en abrazar los excesos y documentar los resultados. A pesar de llevar una vida que parecía ser sólo una gran noche de juerga, Thompson llegó a la edad de 67 años, lo que quizás no suene a viejo, pero cuando se tiene en cuenta todo el infierno que pasó, parece nada menos que impresionante. Thompson se quitó la vida en 2005, al parecer temiendo la llegada de la vejez.
En vida, encontró tiempo para escribir libros brillantes y exitosos en medio de un sinfín de coca y ácido, lo que le convierte en un punto de intriga para cualquier biógrafo. Este extracto pertenece a un libro escrito en 1994 por la periodista estadounidense E. Jean Carroll, titulado Hunter: The Strange and Savage Life of Hunter S. Thompson, y, de ser cierto, pinta la imagen de un hombre que se levanta a las 3 de la tarde, bebe whisky y esnifa cocaína todo el día, toma ácido a las 10 de la noche, escribe, se sienta un rato en un jacuzzi y se acuesta. Parece la juerga de su vida, pero Carroll afirma que lo hace todos los días. Echa un vistazo a su tabla de tiempos de ingesta a continuación.