Artículo publicado en Healthline
¿Por qué me duele la rodilla?
El dolor de rodilla es una de las complicaciones más comunes del sobrepeso o la obesidad. Si usted se encuentra entre los millones de personas que experimentan dolor crónico de rodilla, incluso una pequeña pérdida de peso puede ayudar a reducir el dolor y disminuir el riesgo de osteoartritis (OA).
Según un informe de 2011 del Instituto de Medicina (IOM), de los aproximadamente 100 millones de adultos estadounidenses que experimentan dolor crónico común, casi el 20 por ciento, o 20 millones de personas, tienen dolor de rodilla. Esta cifra sólo es superada por el número de personas con dolor lumbar.
Más de dos tercios de las personas en los Estados Unidos tienen sobrepeso (con un IMC entre 25 y 29,9) u obesidad (con un IMC de 30 o más).
Esos kilos de más aumentan la tensión en las rodillas. Ese estrés puede causar dolor crónico y conducir a otras complicaciones como la OA.
Cómo afecta la pérdida de peso al dolor de rodilla
Mantener un peso saludable tiene muchos beneficios para la salud, incluyendo la reducción del riesgo de una serie de enfermedades que incluyen:
- enfermedades del corazón
- diabetes tipo 2
- presión arterial alta
- ciertos tipos de cáncer
Perder peso beneficia al dolor de rodilla de dos maneras.
Disminuye la presión que soportan las rodillas
Cada libra de pérdida de peso puede reducir la carga sobre la articulación de la rodilla en 4 libras. Pierde 10 libras, y eso son 40 libras menos por paso que tus rodillas deben soportar. Y los resultados se acumulan rápidamente. Menos presión significa menos desgaste en las rodillas. Esto reduce el riesgo de padecer OA.
Reduce la inflamación en el cuerpo
Durante años, la OA se consideraba una enfermedad de desgaste causada por un exceso de presión prolongado en las articulaciones, especialmente en las rodillas, que, a su vez, provocaba inflamación.
Pero investigaciones recientes sugieren que la inflamación es un factor de riesgo clave de la OA, más que una consecuencia de la misma. El sobrepeso puede aumentar la inflamación en el cuerpo que puede provocar dolor en las articulaciones. Perder peso puede reducir esta respuesta inflamatoria. Un estudio sugiere que sólo una reducción del 10 por ciento en el peso puede reducir significativamente la inflamación en el cuerpo. Otro estudio descubrió que incluso el simple hecho de comer en exceso desencadena la respuesta inmunitaria del cuerpo, lo que aumenta la inflamación.
Tener sobrepeso u obesidad aumenta significativamente el riesgo de que una persona desarrolle OA.
Según John Hopkins Medicine, las mujeres con sobrepeso tienen cuatro veces más probabilidades de desarrollar OA que las mujeres con un peso saludable. Y los hombres con sobrepeso tienen cinco veces más probabilidades de desarrollar OA que los hombres con un peso saludable.
Pero perder incluso una pequeña cantidad de peso puede ser beneficioso. En el caso de las mujeres con sobrepeso, cada 11 libras de pérdida de peso puede reducir el riesgo de padecer OA de rodilla en más de un 50 por ciento. Los hombres que bajan a la categoría de sobrepeso (IMC inferior a 30) y los hombres que bajan a la categoría de peso normal (IMC inferior a 26) pueden reducir su riesgo de OA de rodilla en un 21,5 por ciento.
Formas fáciles de perder peso
Hay medidas que puede tomar para empezar a perder kilos, entre ellas:
- reducir el tamaño de las raciones
- añadir una verdura a su plato
- dar un paseo después de comer
- tomar las escaleras en lugar de la escalera mecánica o el ascensor
- empacar su propio almuerzo en lugar de comer fuera
- utilizar un podómetro
Tomar las medidas necesarias para controlar su peso puede ayudar a proteger sus rodillas del dolor articular y reducir el riesgo de OA.
New Mexico Orthopaedics es una clínica ortopédica multidisciplinaria ubicada en Albuquerque Nuevo México. Tenemos múltiples clínicas de terapia física ubicadas en toda el área metropolitana de Albuquerque.
New Mexico Orthopaedics ofrece un espectro completo de servicios relacionados con la atención ortopédica y nuestra experiencia abarca desde condiciones agudas como lesiones deportivas y fracturas hasta diagnósticos prolongados de atención crónica, incluyendo el reemplazo total de articulaciones y trastornos de la columna vertebral.
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