La navaja de Hanlon: cómo ser menos crítico y construir mejores relaciones

Los seres humanos anhelamos un mundo perfectamente ordenado, aunque las posibilidades de que algo salga como se pretende son bastante raras. Cuando hay más de un ser humano implicado en la ecuación, la previsibilidad se dispara aún más.

¿Qué hacemos cuando las cosas no salen como pretendemos? En lugar de ser curiosos y tratar de aprender de la situación, nuestra mente asume la peor posibilidad. Dependiendo de cómo veamos que se desarrolla el acontecimiento, obtenemos una interpretación y creamos historias en nuestra mente que se ajustan a nuestras creencias.

Como especie, también somos muy singulares a la hora de asociar dos historias completamente desconectadas y encontrar patrones en acontecimientos que no existen. Nuestra tendencia a interpretar cada acontecimiento en relación con nosotros crea una versión distorsionada de la realidad. Nos hace suponer una intención negativa cuando las cosas no salen bien aunque el resultado pueda ser completamente ajeno a nosotros.

Que tu jefe cancele tu reunión 1-1 podría interpretarse como su mala intención de impedirte crecer o una explicación más racional podría ser que le llamaron para una reunión urgente en el último momento. El hecho de que otro compañero de trabajo se niegue a ayudar podría interpretarse como su actitud malvada para evitar el intercambio de conocimientos u otra explicación posible podría ser que está demasiado ocupado en ese momento para ayudar.

La capacidad de mirar más allá de nuestra narrativa personal, imaginar la situación desde la perspectiva de otra persona, y quitarnos de encima una posición central en cada acto para adoptar un tono más neutral requiere utilizar la navaja de Hanlon como modelo mental mientras se evalúan tales circunstancias.

El principio de la navaja de Hanlon fue acuñado por Robert J. Hanlon que dice –

«Nunca atribuyas a la malicia lo que se explica adecuadamente por la estupidez»

Con el tiempo, he desarrollado mi propia versión de la navaja de Hanlon que encuentro más relevante para mi trabajo y mi vida –

«Nunca atribuyas a las malas intenciones lo que se explica adecuadamente por la ignorancia, incompetencia, negligencia, malentendido, pereza u otras causas probables»

Aplicar la navaja de Hanlon como modelo mental puede permitirnos comunicarnos bien y construir mejores relaciones al mostrar una intención de entender a otra persona y sus acciones en lugar de vivir con nuestras suposiciones.

Qué ocurre si no aplicamos la navaja de Hanlon

La suposición subyacente de que la otra persona actúa con mala intención puede cerrar toda posible comunicación. La trampa de la negatividad puede impedir que nos acerquemos a la otra persona. Puede hacer que nos distanciemos de los demás, que evitemos la comunicación, la colaboración y que ignoremos oportunidades que podrían beneficiarnos.

Los seres humanos están diseñados de forma única para llevar la carga emocional de una experiencia negativa en sus mentes mucho más tiempo que un resultado positivo. Esta mentalidad también puede llevarnos a pensar demasiado, lo cual es perjudicial para nuestra salud y bienestar general.

Sin aplicar la navaja de Hanlon de nuestra caja de herramientas en los momentos adecuados, podemos acabar perdiendo nuestro tiempo y energía al centrarnos en las cosas equivocadas.

La navaja de Hanlon permite el cambio de mentalidad para pasar de actuar como el perseguidor en el triángulo del drama culpando a los demás de lo malo a tomar un momento, dar un paso atrás y pensar en otras posibilidades.

Cómo combatir los sesgos cognitivos con la navaja de Hanlon

Nuestros sesgos cognitivos dictan cómo percibimos el mundo que nos rodea, cómo actuamos, tomamos decisiones y aplicamos juicios.

Al vivir con una realidad subjetiva basada en cómo vemos las cosas desde nuestra perspectiva, podemos proporcionar argumentos ilógicos, hacer juicios inexactos y tomar decisiones irracionales.

La navaja de Hanlon es una poderosa herramienta para superar algunos de estos sesgos.

El error de atribución fundamental, también conocido como sesgo de correspondencia

El error de atribución fundamental es la tendencia a sobredimensionar la personalidad y subestimar los factores situacionales al explicar el comportamiento de otras personas. También se describe como «lo que la gente hace refleja lo que es».

Debido a que juzgamos a los demás por sus acciones, este sesgo puede manifestarse cuando las acciones de los demás no caen en la senda de nuestras expectativas, no se ajustan a los resultados deseados o no siguen nuestro sentido del bien o del mal.

La tendencia natural en tales circunstancias es atribuir sus acciones a su personalidad sin tener en cuenta otros factores que pueden contribuir a su comportamiento.

Puede que te apresures a juzgar a tu compañero de trabajo que no asiste a tu fiesta como un envidioso de tu ascenso sin darte cuenta de que se retrasó por una emergencia personal. Puedes pensar que tu jefe que no te invita a una reunión importante es insensible y frío sin saber que la reunión exigía una audiencia restrictiva por otros motivos.

Emplear la navaja de Hanlon en esos momentos puede ayudarnos a pasar de un estado de ánimo negativo a la búsqueda de causas positivas u otras probables que puedan contribuir a ese comportamiento.

Sesgo de confirmación

El sesgo de confirmación es el sesgo más profundo de todos los seres humanos en el que buscamos pruebas que confirmen nuestras creencias y refutamos todos los datos y argumentos que las contradigan.

El deseo de tener razón aplasta la intención de encontrar la verdad objetiva. Cuando nos enfrentamos a información que desafía nuestra narrativa personal, nos esforzamos por encontrar formas de rechazar las pruebas que contradicen nuestras creencias y buscamos información que refuerce nuestro punto de vista.

Si crees que tu jefe es parcial, buscarás pruebas que racionalicen tu punto de vista y descartarás cualquier dato que no sea compatible con las creencias que tienes.

La navaja de Hanlon es un gran principio que se puede utilizar para afeitar este sesgo haciendo un esfuerzo consciente para buscar otras posibilidades y ampliar su pensamiento.

Sesgo de disponibilidad

El sesgo de disponibilidad es un heurístico en el que aplicamos atajos mentales para relacionar un evento con nuestras experiencias pasadas basándonos en la información que podemos recordar. Nos formamos opiniones, evaluamos opciones e incluso basamos nuestras decisiones en función de lo que nos viene a la mente de nuestras últimas experiencias.

Naturalmente, este sesgo hace que nos basemos en la información que tenemos a nuestro alcance y que parezcamos ignorar otros hechos o puntos de datos que son difíciles de recordar o que son difíciles de recordar.

Durante un ciclo de revisión del rendimiento, las personas tienden a basar su retroalimentación en sus interacciones más recientes recordando los puntos de datos que vienen fácilmente a su mente. Esta retroalimentación está sesgada hacia las últimas ocurrencias en contraposición a algo que alguien hizo hace tiempo.

El último plazo de entrega incumplido tendrá mucho más peso que todas las demás entregas realizadas con éxito y a tiempo.

Combatir este sesgo en el trabajo es crucial para tomar las decisiones correctas al no reaccionar a la información basada en su facilidad de recuerdo.

Aplicando la navaja de Hanlon, se puede profundizar en la mentalidad negativa que puede surgir del sesgo de disponibilidad para adoptar una mejor práctica de pensamiento.

La navaja de Hanlon en el trabajo

Los modelos mentales nos proporcionan un poderoso marco para ampliar nuestro pensamiento simplificando la complejidad, ayudándonos a formar nuevas conexiones, a dar forma a nuestra comprensión y a buscar nuevas oportunidades.

Aplicar los modelos mentales en el trabajo puede ser extremadamente útil ya que nos permiten ampliar nuestro círculo de competencia y tomar mejores decisiones.

Hay múltiples situaciones en el trabajo que pueden provocar ira y frustración. Si no se manejan bien, pueden ser una fuente de estrés, ansiedad y otros problemas de salud relacionados. Aquí es donde modelos mentales como la navaja de Hanlon vienen a nuestro rescate.

Aplicando la navaja de Hanlon en el trabajo, podemos atraparnos en esos momentos de ira y frustración y cuestionar si nuestros sentimientos están justificados. Cuando dudes de que alguien haya actuado mal, hazte estas poderosas preguntas:

  • ¿Por qué me siento así?
  • ¿Qué datos tengo para justificar que la otra persona actuó con mala intención?
  • ¿Hay otros casos en los que haya actuado así?
  • ¿He hablado con ellos al respecto?
  • ¿Cuál es la probabilidad de que esté equivocado?
  • ¿Puedo ser parcial en el momento?
  • ¿Qué otras posibles razones podrían hacer que se comportaran así?

De Douglas W Hubbard en Failure of Risk Management

Un poco de sabiduría llamada Hanlon’s Razor nos aconseja ‘Nunca atribuyas a la malicia lo que puede ser adecuadamente explicado por la estupidez’. Yo añadiría un corolario más torpe pero más preciso: «Nunca atribuyas a la malicia o a la estupidez lo que puede explicarse por individuos medianamente racionales que siguen los incentivos en un sistema complejo de interacciones». Las personas que se comportan sin una coordinación central y que actúan en su propio interés pueden, no obstante, crear resultados que a algunos les parecen una prueba clara de conspiración o una plaga de ignorancia.»

Cuando te niegan un ascenso, otro colega no está de acuerdo con tu sugerencia, un miembro del equipo se niega a ayudar, otro equipo no completa su trabajo a tiempo impactando en tus plazos de entrega o en los cambios de alcance del proyecto, puedes ir por el camino fácil, culpar a los demás y etiquetarlos como personas difíciles.

¿Pero qué pasaría si aplicaras la navaja de Hanlon y te hicieras estas preguntas? Podrías ahorrarte la agonía mental y más bien abordar el problema con la curiosidad de entender y el deseo de mejorar las cosas.

La navaja de Hanlon en las relaciones

Las personas que más pueden herir son en las que más confiamos.

Cuando tu amigo ignora tus llamadas y no te devuelve la llamada, tu cónyuge llega tarde a tu fiesta de cumpleaños o tus hijos se niegan a cooperar, puedes sentirte agraviado por los tuyos.

Puede ser tentador suponer que no tienen tus mejores intereses como sugieren sus acciones (error de atribución fundamental), los datos que te rodean validan tu hipótesis (sesgo de confirmación) y puede que no sea la primera vez que se comportan así (sesgo de disponibilidad).

En estos momentos, aplicar la navaja de Hanlon puede permitirte pasar de asumir una mala intención a explorar otros puntos de vista alternativos. Puede fortalecer su relación al acercarse a la otra persona con el deseo de comprender en lugar de culpar.

La gran figura literaria alemana Johann Wolfgang von Goethe publicó Las penas del joven Werther en la que afirmaba

Los malentendidos y la negligencia crean más confusión en este mundo que el engaño y la malicia. En todo caso, las dos últimas son ciertamente mucho menos frecuentes

Abrir la mente para buscar otros puntos de vista cambia la perspectiva de un estado de ánimo negativo a uno positivo, de cerrar la comunicación a comprometerse activamente y de culpar a los demás a encontrar soluciones juntos.

Cómo decidir cuándo aplicar la navaja de Hanlon

La navaja de Hanlon es similar a otro modelo mental la navaja de Occam que dice «La solución más simple a un problema suele ser la correcta». Ambas son heurísticas para recortar hipótesis y favorecer la simplicidad.

Estas navajas no son siempre aplicables y es importante entender sus limitaciones antes de adoptarlas y hacerlas parte de tu práctica de pensamiento.

La navaja de Hanlon, aunque es útil, no es aplicable cuando la persona tiene una intención maliciosa. Aunque es raro, algunas personas actúan con el deseo de causar daño a los demás.

En efecto, es muy difícil separar algo que parece malo pero que es puramente situacional del que se actúa con intención de herir, destruir o causar daño.

Estar atento requiere evaluar cuidadosamente la situación haciéndose estas preguntas:

  • ¿Cuál es el historial de esta persona? ¿Ha actuado así antes?
  • ¿Cuál podría ser su motivo para causarle daño?
  • ¿Cuál será el coste de asumir una intención negativa y cerrarle el paso en lugar de intentar comprender mejor la situación?
  • ¿Qué puede salir mal si se empieza con la navaja de Hanlon y luego se cambia de perspectiva si se encuentran pruebas que digan lo contrario?

La navaja de Hanlon es un modelo mental muy poderoso que se puede aplicar en todas las situaciones en las que nuestro primer instinto es negativo. Asumir las malas intenciones puede impedirnos construir mejores relaciones, compartir nuestra perspectiva y darnos cuenta de las oportunidades, mientras que considerar la ignorancia, la incompetencia, la negligencia, los malentendidos, la pereza u otras causas probables puede permitirnos aprender, tener éxito y crecer.

¿Qué opinas de adoptar la navaja de Hanlon como práctica de pensamiento? Escríbeme o comparte tu opinión en los comentarios de abajo.

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