Soñé que veía un alce y un oso koala fuera en mi patio desde la ventana de arriba. Y entonces me daba cuenta de que Riley estaba fuera corriendo por ahí así que bajaba corriendo para intentar que entrara sin dejar salir al gato (que no tengo) y a otro animalito o perro que tenía en la casa. Riley entró corriendo. El koala, que era enorme, como un osezno y de color dorado, se limitó a mirarnos desde el árbol en el que estaba. Pero el alce entró de todos modos y me di cuenta de que tenía una pata delantera vendada. Así que, de alguna manera, lo cogí y lo sostuve en mis brazos hasta que se durmió, ¡un alce entero! Y mientras lo sostenía estaba teniendo una conversación con un grupo de policías. Estábamos de vuelta en el exterior y de alguna manera estaban estacionados fuera como una carpa de seguridad como si estuviéramos en un festival o carnaval o algo. Estábamos hablando de cómo uno se convierte en delincuente y de cómo viene de experimentar un trauma y de cómo tenemos que abordar el trauma en las etapas preescolar y de la infancia porque necesitamos gente que tenga «conciencia y compasión». De lo contrario, aunque seas un médico, un abogado, un policía, un profesor, un chico de la calle… Puedes tener una mentalidad desordenada y hacer cosas malas a ti mismo y a otras personas.
Todo ello mientras mece este alce.
En algún momento alguien tuvo que venir a darle una medicina en su antebrazo vendado que en realidad ahora parecía una vía intravenosa, y él estaba apartando la pierna y teniendo mucho miedo y tuve que calmarlo y luego le dimos su medicina y volví a mecer al alce para que se durmiera.
Entonces me reía con uno de mis buenos amigos en el sueño y le explicaba cómo siempre que le cuento a alguien las cosas que pasan en mi casa me miran y dicen: «espera, ¿dónde vives??»
.