Infecciones por Haemophilus influenzae en adultos: informe de nueve casos y revisión de la literatura

Haemophilus influenzae es un cocobacilo gramnegativo pleomórfico aeróbico que requiere los factores X y V para crecer. Crece mal, si es que lo hace, en el agar sangre ordinario, a menos que se le haga una prueba con Staph. aureus. Crece bien en agar chocolate. Debido a que este medio no se suele utilizar en el cultivo de muestras de adultos y a que el organismo puede ser superado por otras bacterias, no cabe duda de que la frecuencia de las infecciones por H. influenzae se ha subestimado gravemente. Esto se ve agravado por el hecho de que muchos médicos no obtienen hemocultivos en caso de sospecha de infección bacteriana y de que muchos laboratorios no los subcultivan de forma rutinaria en agar chocolate. H. influenzae, junto con Streptococcus pneumoniae, es un factor importante en la sinusitis aguda. Es probablemente el agente etiológico más frecuente de la epiglotitis aguda. Es probablemente una causa común, pero comúnmente no reconocida, de neumonía bacteriana, donde tiene una apariencia distintiva en la tinción de Gram. No es habitual en la meningitis del adulto, pero debe tenerse en cuenta especialmente en los alcohólicos; en aquellos con traumatismos craneales recientes o remotos, especialmente con rinorrea del líquido cefalorraquídeo; en pacientes con esplenectomías y en aquellos con hipogammaglobulinemia primaria o secundaria. Raramente puede causar una amplia variedad de otras infecciones en adultos, como pericarditis purulenta, endocarditis, artritis séptica, infecciones obstétricas y ginecológicas, infecciones del tracto urinario y biliar y celulitis. Las pruebas de susceptibilidad antimicrobiana son algo caprichosas, en parte por el marcado efecto del tamaño del inóculo en algunas circunstancias. Los resultados in vitro e in vivo apoyan el uso de ampicilina, a menos que el organismo produzca betalactamasas. Las alternativas en infecciones menores son la tetraciclina, la eritromicina y el sulfametoxazol-trimetoprima. Para las infecciones graves, el cloranfenicol es la mejor opción si el organismo es resistente a la ampicilina o el paciente es alérgico a la penicilina.

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