La fabricación ajustada se centra en la eliminación de las fuentes de desperdicio y en la búsqueda continua de formas de mejorar la organización.
Para evaluar y medir los procesos, las organizaciones suelen utilizar indicadores clave de rendimiento (KPI).
Los KPIs son tan útiles que se utilizan en una plétora de negocios y en combinación con una variedad de filosofías empresariales, desde Lean hasta Six Sigma y la Gestión de la Calidad Total.
Los Indicadores Clave de Rendimiento son factores que son rastreados por las organizaciones para analizar sus procesos de fabricación. Estos criterios se utilizan para medir el éxito en relación con un conjunto de metas u objetivos predeterminados.
La gestión visual es un sistema en el que los KPI se muestran en la planta de producción para proporcionar objetivos claros y visibles a los empleados de primera línea.
Los criterios relacionados con el rendimiento de la producción, la calidad y la eficiencia se muestran claramente con el fin de fomentar un mayor rendimiento por parte de los empleados.
Además, proporciona información procesable para que el rendimiento se pueda supervisar fácilmente y se puedan realizar mejoras rápidamente. La gestión visual se esfuerza por mejorar la eficiencia en su conjunto.
7 indicadores clave de rendimiento para la producción
Los KPIs varían de una organización a otra, pero hay siete KPIs comunes que se utilizan en la producción.
- Recuento – Un KPI estándar para una planta de producción es el recuento, que se refiere a la cantidad de producto creado. Esto podría referirse a la producción total de un turno, una semana o desde el último cambio de máquina. En muchos casos, se compara la producción individual de un empleado o de un turno para fomentar la competencia entre los empleados.
- Ratio de rechazos – El ratio de rechazos mide los desechos de producción. El objetivo es minimizar la cantidad de desechos creados para alcanzar los objetivos de rentabilidad. Por lo tanto, el ratio de rechazos se utiliza para mantener la chatarra dentro de límites aceptables.
- Tasa – La tasa mide la velocidad a la que se producen los bienes. Las tasas más lentas significan una disminución de los beneficios, y las tasas más rápidas pueden afectar a la calidad del producto. El objetivo es que las velocidades de funcionamiento se mantengan en un ritmo fijo y constante.
- Objetivo – Se establecen valores objetivo para la producción, el ritmo y la calidad. Esto anima a los empleados a alcanzar los objetivos establecidos para cada una de estas categorías.
- Tiempo takt – La cantidad de tiempo que se tarda en completar una tarea se conoce como tiempo takt. Puede referirse al tiempo que se tarda en producir un producto o al tiempo de ciclo de una operación específica. El seguimiento y la visualización de esta información ayuda a un fabricante a identificar dónde se producen cuellos de botella en un proceso.
- Eficacia general de los equipos (OEE) – La OEE es una medida de si los recursos, como el personal y la maquinaria, se están utilizando de manera eficiente. Un valor de OEE más alto significa un uso más eficiente de los recursos.
- Tiempo de inactividad – El seguimiento del tiempo de inactividad se considera uno de los KPI más esenciales. Reducir el tiempo de inactividad es un objetivo importante, porque el tiempo de inactividad significa pérdida de beneficios. En muchos casos, los operadores deben introducir un código de razón para justificar el tiempo de inactividad, de modo que las explicaciones del tiempo de inactividad puedan ser rastreadas y revisadas.
Para los gerentes de planta en las empresas de fabricación, aumentar la producción y la rentabilidad es una responsabilidad importante. El éxito de una organización depende en gran medida de sus procesos y de su cuidadosa aplicación por parte de los empleados.
Usados adecuadamente, los KPI pueden ser herramientas poderosas
Los KPI tienen que ser visuales y, como siempre, menos es más. ¿Estamos en verde o en rojo? ¿Llevamos una tendencia al alza o a la baja?
Los KPIs tienen que ser fáciles de interpretar y actuar. Ningún sistema puede funcionar eficientemente a lo largo del tiempo si no se mejora continuamente; un sistema de KPI sólo funciona cuando se combina con procesos que ayuden a convertir un indicador rojo en verde, a corregir una tendencia a la baja o a anticiparse a las desviaciones.
En definitiva, los KPIs crean un lenguaje universal en la organización para alinear todos los recursos en los objetivos individuales, departamentales y corporativos.
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Acerca del autor
Ben Bonmati tiene 20 años de experiencia en la industria trabajando en Intel y Sanofi Pasteur en 4 países. Es Lean Black Belt y Six Sigma Green Belt y tiene una larga experiencia trabajando en entornos de fabricación de gran volumen y utilizando la gestión visual para implementar soluciones fuera de la caja. Tiene la certificación PMP® y puede facilitar el despliegue de Lean y otros proyectos de Mejora Continua en las organizaciones.