¿Quién se queda con la casa?
El «domicilio conyugal» es la casa que comparte con su actual cónyuge y su familia. Puede ser la misma casa en la que vivían antes de casarse o una casa que usted y su cónyuge compraron después de la boda. Quién se queda con la casa depende de dónde vivan y de si la casa es de propiedad conjunta.
La ley estatal rige la propiedad y la división de los bienes durante un divorcio. Su estado seguirá las leyes de propiedad comunitaria o de distribución equitativa. Por ejemplo, en un estado de bienes gananciales, usted y su cónyuge dividirán los bienes del divorcio por la mitad. Esto podría significar que tanto usted como su cónyuge tienen derecho al 50% del patrimonio del hogar conyugal. En un estado de distribución equitativa, el juez dividirá sus bienes de manera justa, lo que no significa necesariamente que sean iguales o equitativos.
La fecha en que adquirió la casa es un dato importante en un divorcio. Tanto en los estados de comunidad como en los de distribución equitativa, un juez no puede adjudicar su propiedad separada a su cónyuge. Los bienes se suelen designar como separados si fueron un regalo o una herencia o si se adquirieron antes del matrimonio. Por lo general, los cónyuges conservan sus propios bienes separados en un divorcio.
¿Puedo quedarme con la casa aunque no sea mi propiedad separada?
Un juez puede adjudicar el hogar conyugal a uno de los cónyuges como parte de la distribución de bienes en su divorcio. Esto supone que la casa se califica como propiedad «marital» o «comunitaria» y no como propiedad separada de uno de los cónyuges.
Un tribunal tendrá en cuenta varios factores para decidir quién se queda con la casa. Estos factores pueden incluir, pero no se limitan a lo siguiente:
- la situación económica de cada uno de los cónyuges
- la contribución de cada uno de los cónyuges al hogar conyugal
- la edad y la salud física y mental de cada uno de los cónyuges
- qué padre tiene la custodia de los hijos menores de la pareja
- la fuente de fondos para el hogar conyugal
- la mala conducta conyugal de cualquiera de los cónyuges
- la empleabilidad y las habilidades laborales de cada cónyuge, y el valor del hogar conyugal.
Usted y su cónyuge también pueden llegar a su propio acuerdo de divorcio dividiendo los bienes conyugales, incluyendo el hogar familiar. Sin embargo, si dejan el asunto en manos de un juez, el progenitor que tenga la custodia de los hijos menores probablemente se quedará en el domicilio conyugal. Esto se debe a que el hogar se considera una fuente de estabilidad para los niños envueltos en medio del divorcio de sus padres. Dejar que los niños permanezcan en el hogar de su infancia también les permite mantener las mismas amistades y asistir a la misma escuela. Una excepción puede ser si ninguno de los cónyuges puede permitirse mantener la casa. En ese caso, un tribunal puede llegar a una solución diferente.
Dividir el patrimonio del hogar conyugal
En la mayoría de los divorcios, el hogar conyugal es el mayor activo de la pareja. También es el centro de la vida familiar y a menudo sirve de ancla para las familias con hijos menores. Si un juez determina que el domicilio conyugal es propiedad separada de uno de los cónyuges, la solución es sencilla: el cónyuge que lo posee, se lo queda. Es mucho más complicado cuando el hogar familiar es un bien conyugal.
Participaciones distributivas
Un juez puede conceder a ambos cónyuges una participación en el hogar conyugal. Esto significa que cada cónyuge tiene derechos sobre el valor del hogar conyugal. Hay varias formas de conceder a los cónyuges su parte del hogar conyugal, como por ejemplo:
- exigir a uno de los cónyuges que pague o «compre» la parte del otro cónyuge
- otorgar a uno de los cónyuges la posesión exclusiva de la casa durante un período de tiempo limitado, y exigiendo a la pareja que venda la casa antes de una fecha determinada después de eso
- exigiendo a la pareja que venda la casa inmediatamente y divida las ganancias según lo indicado por el tribunal, o
- compensando el valor de la casa mediante la adjudicación de bienes conyugales adicionales al otro cónyuge.
Distribución diferida
Una forma en que un tribunal puede dividir una residencia conyugal es distribuyendo el patrimonio de su casa en una fecha futura, llamada «distribución diferida». Por ejemplo, un juez puede adjudicarle la vivienda conyugal para que viva en ella hasta que su hijo menor cumpla los 18 años, momento en el que la casa deberá ser vendida. Las distribuciones diferidas también son comunes en los casos en que el mercado de la vivienda es débil y las parejas que se divorcian quieren conservar su casa hasta que el mercado se recupere. Como parte de una adjudicación de distribución diferida, un tribunal suele exigir a uno o a ambos cónyuges que cubran las tasas de mantenimiento, los impuestos, los pagos de la hipoteca y el seguro del propietario de la vivienda.
¿Cómo me preparo para vender?
Si se le exige que venda la vivienda conyugal como parte de su divorcio, no es tan aterrador como parece. En la mayoría de los casos, el juez le asignará un determinado agente inmobiliario o usted y su cónyuge pueden elegir el suyo propio. La mayoría de las parejas están en la misma página cuando se trata de vender una casa porque ambos cónyuges quieren maximizar sus ganancias.
Un agente inmobiliario puede recomendar cualquier actualización o estrategia para la venta. Una orden de divorcio suele exigir a las parejas que se repartan los costes de las actualizaciones de la residencia. Una vez que la casa está bajo contrato y se vende, cualquier ganancia debe ser dividida de acuerdo con la orden de divorcio.
Preguntas para su abogado
- La mayor parte de nuestro patrimonio está atado a nuestra casa, y quiero mantener la casa. ¿Puedo aceptar una pensión alimenticia menor de mi cónyuge para que las cosas sean justas?
- Mi cónyuge quiere la casa y a mí me parece bien, pero ¿cómo puedo quitar mi nombre de la hipoteca? No confío en que mi cónyuge haga los pagos a tiempo y no quiero que mi crédito se vea afectado.
- Acordé que mi cónyuge se quedara en la casa hasta que los niños sean mayores y podamos vender la casa entonces. Sin embargo, quiero asegurarme de que mi cónyuge pague las mejoras y el mantenimiento y mantenga la casa en buenas condiciones. ¿Cómo puedo hacerlo?