La cirugía puede ser un proceso que provoca nervios y ansiedad en el mejor de los casos. La cirugía de reconstrucción nerviosa para reparar una lesión nerviosa traumática (como una lesión del plexo braquial) o la parálisis de una extremidad causada por una infección vírica (por ejemplo, el enterovirus EV-D68) puede ser estresante tanto para la mente como para el cuerpo, al igual que el largo proceso de recuperación. Hablar del proceso de recuperación y de nuestras expectativas con nuestros proveedores médicos con antelación puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad en general, y ayudar a mejorar nuestra calidad de vida.
El objetivo de la reconstrucción nerviosa es restaurar gradualmente la función y la movilidad de la extremidad afectada. Con el tiempo, los pacientes con resultados satisfactorios podrán volver a un estilo de vida diario activo. Muchos pacientes se sienten ansiosos mientras esperan ver los signos de una recuperación satisfactoria. Sin embargo, es importante entender que los resultados no se verán de inmediato. La recuperación es un maratón y no un sprint: piense en términos de meses y años, no de días y semanas. Recuerde que los niveles elevados de ansiedad y estrés se han relacionado con una curación más lenta: ¡el control del estrés y la ansiedad marca la diferencia!
Entonces, ¿qué ocurre realmente durante la construcción del nervio y por qué la recuperación tarda tanto tiempo? Durante la reconstrucción del nervio, se extraen nervios sanos de otra parte del cuerpo y se conectan al nervio dañado. Con el tiempo, las fibras nerviosas sanas crecen desde el lugar en el que estaban conectadas al nervio dañado, a lo largo de toda su longitud, hasta el lugar en el que el nervio y el músculo se unen y se comunican en la placa terminal neuromuscular. Esto significa que las nuevas fibras nerviosas sanas que crecen a través del nervio dañado también tienen que crecer en el músculo afectado para realizar una conexión satisfactoria. Una vez realizada la conexión entre el nervio y el músculo, ésta debe desarrollarse y madurar antes de que el músculo pueda volver a la vida para restaurar la función y la movilidad de la extremidad afectada.
Los nervios sanos tienden a sanar a un ritmo de 1 pulgada por mes. Tenga en cuenta que el tiempo de recuperación dependerá de la distancia que tenga que cubrir el nervio en crecimiento. El crecimiento exitoso del nervio hasta la placa terminal neuromuscular puede tardar hasta 6-12 meses después de la cirugía. Después de este periodo, la maduración del nervio y la recuperación muscular inicial pueden tardar entre 12 y 18 meses. Recuerde que nuestro cuerpo está trabajando duro en la curación antes de que se pueda detectar cualquier recuperación eléctrica en las fibras nerviosas en crecimiento.
¿Qué podemos hacer mientras nuestro cuerpo está dirigiendo la energía al crecimiento de nuevas fibras nerviosas? La participación activa en la fisioterapia a lo largo de este proceso ayuda a mantener los nervios encendidos, por lo que su cuerpo sabe que debe
- mantener la conexión viva y saludable
- para que el músculo pueda ser utilizado de nuevo en el futuro.
Puede que no sienta lo que está ocurriendo o que ni siquiera note los cambios día a día o incluso semana a semana, pero confíe en que la curación se está produciendo aunque no pueda verla.
Muchos factores pueden influir en su ritmo de curación, como la edad, la salud general, el estrés, el cumplimiento del plan de tratamiento, el consumo de alcohol/sustancias/tabaco e incluso el sueño. En algún momento es muy probable que sienta momentos o periodos cortos de estar ansioso, frustrado, desanimado, desesperado, enfadado, impaciente y triste entre otros sentimientos. Si estos sentimientos persisten durante más de 2 semanas, hable con su profesional de tratamiento de salud mental o con su médico de atención primaria.
Cada persona se recupera a un ritmo diferente – esto es normal y esperable. El hecho de que no sientas o veas que la recuperación está ocurriendo, no significa que no esté ocurriendo en absoluto. Antes de agobiarte, habla con tu sistema de apoyo, realiza actividades que te ayuden a gestionar tus emociones y niveles de estrés, y céntrate en lo que está funcionando y en lo que agradeces cada día. No pasa nada por distraerse con actividades saludables, consultar con su equipo de tratamiento y, tal vez, considerar la posibilidad de buscar asesoramiento en salud mental o apoyo de compañeros para ayudarle en el proceso de recuperación.
Tenga la seguridad de que la recuperación es un proceso largo. Consulte siempre a su proveedor de servicios médicos y a su equipo de tratamiento cualquier preocupación que pueda tener en relación con su lesión y el proceso de recuperación. Hable con su equipo de tratamiento sobre sus objetivos para la cirugía y la recuperación. Escuche y sea consciente de los resultados que se esperan en cada momento. Esto nos mantiene motivados para seguir participando en las terapias físicas, mantener nuestros planes de tratamiento y estar más contentos con el retorno gradual del funcionamiento y la movilidad de nuestra extremidad que, con suerte, algún día podremos volver a utilizar.
Schneider K. Rancy, BA es asistente de investigación clínica y de oficina en el Hospital for Special Surgery. Como parte del equipo de investigación del Servicio de Mano y Extremidad Superior, lleva a cabo investigaciones sobre la fijación de fracturas de radio distal, los patrones de artritis degenerativa e inflamatoria de la muñeca, los procedimientos de rescate para la reconstrucción de la muñeca y los resultados motores a largo plazo tras la reconstrucción del nervio y el plexo braquial.
Zoe A. Landers, LCSW es una trabajadora social clínica licenciada en el Centro para el Plexo Braquial y la Lesión Nerviosa Traumática (CBPTNI) que evalúa y facilita el tratamiento de los pacientes lesionados del plexo braquial que experimentan estresores psicológicos y psicosociales tras la lesión. La Sra. Landers ha participado activamente en la investigación con el equipo multidisciplinar del CBPTNI para desarrollar una comprensión más profunda del impacto psicosocial y psicológico de la lesión del plexo braquial. Los resultados de esta investigación se han presentado en los principales congresos de ortopedia de la mano y las extremidades superiores.