Fracturas de la marcha
Editado por Mark Perry, MD
Resumen
Las fracturas del 2º metatarsiano por estrés (que suelen afectar al 2º o 3º hueso metatarsiano) se asocian con dolor en la parte media del pie hasta la parte delantera. Suelen producirse tras una marcha prolongada o repetitiva y a veces se denominan «fracturas de marcha.» Los factores de riesgo para el desarrollo de una fractura por estrés incluyen un aumento del nivel de actividad, una forma de pie que sobrecarga esos metatarsianos, y/o huesos relativamente débiles (como podría verse con la osteoporosis). Algunos medicamentos que alteran la composición ósea o un nivel bajo de vitamina D pueden contribuir a provocar fracturas por estrés. El tratamiento consiste en reposo y cierto grado de inmovilización durante 4 a 8 semanas. Siempre es útil identificar cualquier problema subyacente que contribuya a la lesión.
Presentación clínica
Las fracturas por estrés que afectan a los huesos metatarsianos menores (normalmente el 2º o el 3º) se presentan a menudo con dolor e hinchazón en la parte media del pie hasta el antepié. Algunos medicamentos que «refuerzan la densidad ósea» pueden hacer más probables las fracturas por estrés. Con frecuencia, se produce un aumento de la actividad, como podría verse cuando una persona se va de viaje y requiere un aumento de la marcha, o cuando una persona está aumentando su entrenamiento para preparar una maratón. Estas lesiones se denominan a veces «fracturas de la marcha», ya que pueden verse en nuevos reclutas militares que realizan largas caminatas. Muchas personas pueden recordar el día o el acontecimiento en el que comenzó su dolor de pies.
Al examinarlos, habrá cierto grado de hinchazón y sensibilidad directamente sobre el metatarsiano afectado. Los pacientes suelen poder caminar con el pie, aunque habrá una cojera. Algunas «formas» de pie tienen más riesgo de sufrir fracturas por estrés. Los pacientes con un juanete grande (hallux valgus), pueden sobrecargar los metatarsianos menores. Del mismo modo, un pie de Morton, en el que el primer metatarsiano es notablemente más corto que el segundo, puede estar en riesgo. Además, los pacientes con densidad ósea disminuida, incluidas las atletas jóvenes con períodos menstruales irregulares (sistema endocrino desordenado), también pueden estar en riesgo.
Examen físico
El examen físico demostrará sensibilidad localizada en el lugar de la fractura. También puede haber alguna hinchazón asociada en el antepié. El tipo de pie en general puede ser plano, a menudo con un segundo dedo largo y posiblemente un tercer dedo. También puede haber un callo asociado bajo la bola del pie, en la base del segundo o tercer dedo. Es la absorción repetitiva de la fuerza de carga más allá de la capacidad del hueso para soportar esta fuerza lo que provoca la fractura por estrés.
Estudio de imagen
Las radiografías simples del pie pueden demostrar signos sutiles de una fractura por estrés. Sin embargo, en las fracturas por estrés agudas la fractura real puede no verse en las radiografías simples. A veces la fractura sólo puede verse en las radiografías simples dos o tres semanas después de la lesión, ya que se necesita este tiempo para que se forme suficiente hueso nuevo (callo) en respuesta a la fractura por estrés. Una gammagrafía ósea o una resonancia magnética demostrarán antes una fractura por estrés o una reacción al estrés (fractura previa al estrés), y uno de estos estudios puede estar indicado si el diagnóstico está en duda.
Las fracturas metatarsianas por estrés suelen producirse en la región del cuello o en la parte media (eje) del hueso. Ocasionalmente, los bailarines de ballet y danza moderna de alto nivel generan fracturas por estrés en la base del metatarsiano, cerca de la parte media del pie.
Tratamiento
Tratamiento no quirúrgico
La mayoría de las fracturas por estrés pueden tratarse sin cirugía. El principio básico es descansar/descargar el pie lo suficiente como para permitir una mayor curación que la lesión repetitiva infligida cada día. En algunos pacientes, la modificación de la actividad (dejar de hacer ejercicio y minimizar las caminatas) puede ser suficiente. En otros, un zapato quirúrgico o una bota de yeso pueden ayudar. En unos pocos, pueden ser necesarias varias semanas de muletas. En general, si el paciente se siente mejor a las 2-3 semanas del diagnóstico, está en el camino correcto. La recuperación completa puede tardar un total de 2 a 3 meses, y en ocasiones los pacientes tardan aún más.
Tratamiento quirúrgico
La cirugía rara vez está indicada para una segunda o tercera fractura metatarsiana por estrés. Ocasionalmente, puede haber una no-unión asociada que deberá ser tratada con cirugía. Aunque es poco frecuente, la cirugía suele incluir la fijación con una placa y tornillos, y posiblemente un injerto óseo.