Definición de fisiología del ejercicio
La fisiología del ejercicio es el estudio de las respuestas del cuerpo a la actividad física. Estas respuestas incluyen cambios en el metabolismo y en la fisiología de diferentes áreas del cuerpo como el corazón, los pulmones y los músculos, y cambios estructurales en las células. La palabra ejercicio viene del latín exercitus, «impulsar», mientras que fisiología viene de las palabras physis («naturaleza») y logia («estudio»).
Historia de la fisiología del ejercicio
El ejercicio se ha considerado importante para la salud humana durante miles de años, empezando por las culturas antiguas. El médico griego Hipócrates es uno de los primeros y más conocidos defensores del ejercicio. Recomendaba el ejercicio moderado para mantenerse sano e incluso mejorar la salud. Otros destacados eruditos de la antigüedad siguieron su ejemplo, como Platón, Aristóteles y el médico romano Galeno, quien creía que el ejercicio mejoraba la salud general, el metabolismo y el tono muscular, e incluso hacía mejorar el tránsito intestinal. Más tarde, el médico persa Avicena también escribió en apoyo de Galeno en el texto médico Canon de la Medicina. Avicena creía que el ejercicio equilibraba los cuatro humores del cuerpo (una idea que era popular en la época y que se había transmitido desde la antigua Grecia). Es importante destacar que también reconocía que un exceso de ejercicio podía tener efectos negativos en el cuerpo.
En el siglo XVI, alrededor del inicio de la Revolución Científica, los médicos comenzaron a escribir libros sobre el ejercicio. Uno de los primeros libros conocidos sobre el ejercicio fue el Libro de los ejercicios corporales, escrito por el médico español Cristóbal Méndez. En su libro, Méndez hablaba de los beneficios, tipos y valores del ejercicio, así como de los ejercicios más comunes y de por qué era importante realizarlos. En el siglo XIX, algunos libros de texto de medicina comenzaron a incluir capítulos sobre el ejercicio. Los efectos negativos de la falta de ejercicio, como la mala circulación, la debilidad y el aumento de la probabilidad de padecer enfermedades, se hicieron más conocidos. A medida que la importancia de la actividad física aumentaba, las escuelas también empezaron a ofrecer clases de educación física, en las que se exigía a los alumnos que realizaran ejercicios durante un periodo de tiempo determinado cada día.
El primer libro de texto de fisiología del ejercicio verdadero, Exercise in Education and Medicine (El ejercicio en la educación y la medicina), del Dr. R. Tait McKenzie, se publicó en 1910. En el siglo XX también se crearon laboratorios dedicados al estudio de la fisiología del ejercicio. Entre ellos se encuentran el Laboratorio de Fatiga de Harvard, inaugurado en 1927, y el Laboratorio de Investigación de la Aptitud Física de la Universidad de Illinois, inaugurado en 1944. Estos centros realizaron numerosos estudios sobre temas como la fatiga, los cambios cardiovasculares durante el ejercicio, la captación de oxígeno por el organismo y los efectos del entrenamiento. En 1948 se empezó a publicar el Journal of Applied Physiology. Esta revista publica investigaciones revisadas por expertos en fisiología del ejercicio y sigue existiendo en la actualidad. Además de contribuir en gran medida a nuestra comprensión de los efectos del ejercicio, los laboratorios de fisiología del ejercicio también formaron a numerosos científicos que pasarían a fundar sus propios laboratorios de fisiología del ejercicio en universidades y facultades de medicina de todo el mundo.
Tipos de fisiología del ejercicio
Los dos tipos de fisiología del ejercicio son la deportiva y la clínica. La fisiología del ejercicio deportiva está, como su nombre indica, relacionada con los atletas. Los fisiólogos del deporte utilizan el conocimiento de la respuesta del cuerpo al ejercicio con el fin de desarrollar regímenes de entrenamiento para los atletas. Dichos regímenes incluyen el acondicionamiento físico, que es el proceso de entrenamiento para estar más en forma físicamente mediante periodos de ejercicio de ciertos músculos y de descanso. La fisiología clínica del ejercicio es el uso de la actividad física para la terapia, el tratamiento y la prevención de enfermedades crónicas. Una de las enfermedades que puede ser ayudada por el ejercicio es la diabetes. El ejercicio utiliza la glucosa almacenada en el cuerpo, por lo que un diabético puede utilizar el ejercicio para ayudar a mantener bajos sus niveles de azúcar en sangre. Otra enfermedad que se trata con terapia de ejercicio es la osteoporosis, la pérdida de tejido óseo que suele producirse en la vejez. La osteoporosis puede causar dolor en las articulaciones y limitar el movimiento. Los fisiólogos del ejercicio clínico trabajan con las personas afectadas para mostrarles cómo hacer ejercicio de una manera segura que minimice el dolor, y pueden recomendar actividades como la natación que son más fáciles para las articulaciones. El ejercicio también se utiliza a veces como parte de un tratamiento para la ansiedad y la depresión, ya sea como una condición independiente o como resultado de una enfermedad física, porque aumenta los niveles de serotonina y reduce el estrés.
La fisiología del ejercicio también se considera a veces como no clínica o clínica; «no clínica» es muy similar a la fisiología del deporte, pero el alcance se amplía para incluir a los no atletas sanos que buscan perder peso y/o ganar condición física.
Carreras de fisiología del ejercicio
Existen muchas carreras diferentes en fisiología del ejercicio, y se espera que el número de puestos de trabajo en los Estados Unidos aumente a medida que la población envejece y las tasas de obesidad siguen aumentando. Los fisiólogos del ejercicio pueden trabajar en una variedad de entornos no clínicos o clínicos. Los entornos no clínicos incluyen centros de fitness, organizaciones comunitarias e instalaciones corporativas de fitness. Los fisiólogos del deporte pueden trabajar en instalaciones de fitness privadas o incluso para organizaciones deportivas profesionales. Los fisiólogos clínicos pueden trabajar en hospitales, centros comunitarios y residencias de ancianos. Muchos fisiólogos del ejercicio entran en carreras de entrenamiento personal, lo que les permite trabajar con los clientes uno a uno durante un período prolongado de tiempo para ayudarles a progresar con su régimen de ejercicio.
Con un grado de fisiología del ejercicio, uno también puede perseguir la investigación fisiológica. Aunque se necesita un doctorado para ser el director de un laboratorio de fisiología, los que tienen una licenciatura pueden convertirse en técnicos de investigación, y los que tienen una maestría pueden progresar hasta ser asistentes de investigación o directores de laboratorio. En estos puestos, los fisiólogos del ejercicio realizan investigaciones bajo la supervisión de médicos y científicos. Pueden trabajar en laboratorios de hospitales, facultades de medicina o en la industria.
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