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Normalmente, un bebé a término permanece en el útero durante nueve meses. Y, durante bastante tiempo, incluso los bebés nacidos a las 36 semanas eran tratados igual que los bebés a término. Sin embargo, con el tiempo, los expertos se dieron cuenta de que un bebé necesita al menos 37 semanas, si no más, para desarrollarse plenamente y sobrevivir fuera del útero. Hubo innumerables casos en los que los bebés nacieron a las 36 semanas, pero con complicaciones. La mayoría de los médicos también utilizan medicamentos tocolíticos, como el sulfato de magnesio, para suprimir las contracciones prematuras y retrasar el parto unos días. Sin embargo, es posible que el retraso no llegue a término. En este artículo hablaremos de lo que puede provocar un parto a las 36 semanas y de cómo afecta al bebé. Sigue leyendo para saber cómo se produce el parto a las 36 semanas de embarazo.

¿Qué provoca el parto a las 36 semanas?

Un número de razones puede causar el parto a las 36 semanas. He aquí algunas de ellas:

• Las infecciones bacterianas de la madre pueden afectar a la membrana de la bolsa amniótica y comenzar a romperla. Una infección vaginal provoca una secreción de fluidos por la vagina y una sensación de ardor al orinar. La irritación genital también es un signo importante de este tipo de infección. Otras infecciones, como la gonorrea y la clamidia, también pueden desencadenar un parto prematuro.
• Las posibilidades de que un niño nazca prematuramente son aún mayores en las madres que han tenido embarazos anteriores que también terminaron en partos prematuros.
• A veces, la presencia de ciertas condiciones de salud del bebé o de la futura madre puede requerir un parto prematuro. Esto suele hacerse con un mayor riesgo de mortalidad infantil si se permite que el embarazo continúe, a diferencia del parto prematuro. Además, a menos que existan condiciones de emergencia, la cesárea sólo se realiza después de 37 semanas completas.
• Las condiciones médicas existentes de la futura madre, como las relacionadas con el corazón, o la diabetes, y la presión arterial pueden provocar partos prematuros. En algunos casos, los embarazos consecutivos con menos intervalos y la fecundación in vitro también pueden provocar partos prematuros.
• A veces, las condiciones de salud graves y un entorno de vida poco saludable también pueden desencadenar un parto prematuro. Las malas elecciones de estilo de vida, como el consumo de alcohol y drogas, el tabaquismo y una vida estresante y problemática, como trabajar muchas horas, ser víctima de la violencia doméstica, etc., también pueden provocar un parto prematuro.

Desarrollo de un bebé nacido a las 36 semanas

Para un bebé nacido a las 36 semanas, el peso medio suele ser de entre 2,5 y 3 kg, y la longitud de entre 44 y 49 cm. El fino vello que cubría el cuerpo del bebé mientras estaba dentro del vientre materno está saliendo junto con el líquido amniótico que lo mantiene a salvo en el útero. Durante este tiempo, las probabilidades de que el bebé tenga unos pulmones completamente maduros son del 50%. Algunos bebés nacen muertos con pulmones inmaduros. El sistema circulatorio y la inmunidad de tu hijo están en una fase bastante buena y pueden ayudar al bebé a sobrevivir fuera del útero. El sistema digestivo está desarrollado en cierta medida; sin embargo, aún no ha madurado. El cráneo también está desarrollado, pero aún no se ha fusionado.

Ahora que conoces el desarrollo de un bebé a las 36 semanas puedes ayudar a los médicos a calibrar si el bebé sobrevivirá o qué se necesita para ayudarle a sobrevivir. En la siguiente sección, hablaremos de las complicaciones médicas de los bebés nacidos a las 36 semanas.

Complicaciones asociadas a los bebés nacidos a las 36 semanas

Algunas de las complicaciones a las que se enfrentan los bebés prematuros son –

Regulación de la temperatura corporal

Incluso a las 36 semanas, tu bebé puede no tener la cantidad necesaria de grasas que el cuerpo debe quemar para mantener una temperatura óptima para su crecimiento. Esto puede llevarle a tener frío, que en los peores casos, puede causar también hipotermia. Podrían ser necesarios controles constantes de temperatura e incubadoras.

Problemas de alimentación

El reflejo que desencadena las acciones de succionar el pecho y tragar la leche es posiblemente más débil en los bebés prematuros que en sus homólogos a término. Esto puede provocar que el bebé se duerma incluso cuando tiene hambre. También es posible que el bebé no sea capaz de emitir un sonido o una acción de succión cuando quiere tomar leche. El agarre al pecho puede ser otro problema, ya que no podrá succionar el pezón con la fuerza necesaria. Puede ser necesario extraer la leche y alimentar al bebé con la ayuda de un biberón.

Problemas respiratorios

Como los pulmones de un bebé prematuro no están completamente desarrollados, tu pequeño podría respirar de forma irregular. Otra posible complicación respiratoria es la aparición de apnea. Esto se debe principalmente a un cerebro poco desarrollado que puede hacer que el proceso de respiración se detenga durante un tiempo sin recibir un estímulo para seguir respirando.

Riesgo de infección

Los bebés suelen tener un sistema inmunitario débil. Los bebés prematuros son más susceptibles de sufrir ataques bacterianos y enfermedades porque su organismo no está completamente desarrollado. Su baja inmunidad se ve agravada por la incapacidad del cuerpo para mantener una determinada temperatura, lo que facilita que los microbios les infecten. Los bebés prematuros, por tanto, tienen un mayor riesgo de infección.

Contraer ictericia

La mayoría de los bebés prematuros contraen ictericia debido a su hígado poco desarrollado y a su débil función hepática. La excreción infrecuente de bilirrubina provoca su acumulación, ya que el hígado subdesarrollado no puede filtrarla. Esto conduce a la ictericia. Los síntomas más comunes de la ictericia son la piel y los ojos amarillos.

Ductus Arterioso Persistente

Algunos bebés prematuros también pueden sufrir de Ductus Arterioso Persistente, que es un defecto cardíaco congénito en el que el ductus arterioso, un vaso sanguíneo temporal, no se cierra poco después del nacimiento del bebé. La función del conducto arterioso es permitir que la sangre eluda los pulmones del feto que no funcionan. Tras el parto, el vaso sanguíneo se cierra y se convierte en lo que se identifica científicamente como ligamentum arteriosum.

Los bebés prematuros necesitan, por tanto, muchos cuidados después de nacer. Veamos cómo cuidar a los bebés nacidos a las 36 semanas.

¿Cómo cuidar a un bebé prematuro nacido a las 36 semanas?

Cuidar a un bebé prematuro puede ser un poco diferente de cuidar a un bebé sano y a término. A continuación, te indicamos algunos aspectos que debes tener en cuenta al cuidar a un bebé prematuro.

Contacto piel con piel

Aparte de todos los procedimientos médicos y las medidas que tomarías para garantizar un apoyo continuo a la salud de tu bebé prematuro, es esencial crear un fuerte vínculo entre tú y tu bebé. El contacto piel con piel, en la medida de lo posible, permite a tu bebé saber que le estás cuidando. El bebé puede sentir tu presencia y le encantará el calor relajante que le proporciona tu cuerpo. Esta conexión también ayuda al bebé a calmarse y curarse más rápidamente.

Lactancia

Una vez que su médico considere que está bien que su bebé empiece a alimentarse de la forma habitual, puede empezar a darle el pecho. También es necesario que sigas extrayendo tu leche materna incluso cuando el bebé no esté tomando inicialmente. La leche materna reforzará aún más la inmunidad de tu bebé al proporcionarle los anticuerpos necesarios. Si coger al bebé y dejarle mamar del pecho sigue siendo un problema, puedes optar por alimentarle con un biberón. La leche de fórmula sólo debe utilizarse si tienes dificultades para producir leche materna.

¿Cuál es la tasa de supervivencia de los bebés nacidos a las 36 semanas?

La tasa de supervivencia de los bebés nacidos a las 36 semanas es bastante buena y ronda entre el 98% y el 99%.

Por último, poder coger a tu bebé recién nacido es una sensación maravillosa, aunque sea un poco prematuro. Una vez que se han tomado los cuidados necesarios para asegurar que tu bebé pueda respirar bien, alimentarse bien y pueda mantener su temperatura corporal, puedes llevarlo a casa. Tendrás que estar pendiente de la salud de tu bebé prematuro durante unos meses más, porque su cuerpo no está tan desarrollado como el de un bebé a término. Sin embargo, la felicidad de llevar a tu hijo a casa será incomparable.