Factores uterinos

Por lo general, a una mujer se le diagnostica infertilidad por factores uterinos cuando existen anomalías en el útero. Esto puede tener un impacto significativo en su capacidad para concebir, así como para llevar a cabo un embarazo exitoso. Algunas mujeres tienen un útero anormalmente desarrollado desde el nacimiento (congénito), mientras que otras pueden desarrollar un problema uterino a causa de una cirugía o una infección pasada.

Hay muchos problemas de fertilidad diferentes que afectan al útero y que contribuyen a la infertilidad y a los abortos espontáneos recurrentes, como los fibromas uterinos, las anomalías congénitas, el síndrome de Asherman, la adenomiosis y el DES.

En el caso de que se sospeche de un factor uterino congénito, a menudo se utiliza una prueba de histerosalpingografía (HSG) para ayudar a diagnosticar. Otro tipo de prueba que se utiliza es la sonohisterografía, que se realiza inyectando una pequeña cantidad de agua estéril o solución salina y observando el útero mediante una ecografía transvaginal. Se realiza en la consulta y no suele ser muy incómodo. Esta técnica de ecografía en particular suele permitir al médico ver las cavidades uterinas separadas y también puede permitirle ver si la anomalía uterina puede ser de un útero septado (SU) o de un útero bicorne (BU). En cualquier caso, es importante conocer las diferencias entre ambos y que el profesional que realice la prueba del factor uterino sea un especialista en fertilidad o un perinatólogo/especialista en MFM con experiencia en esta especialidad.

Tratamiento

En las mujeres a las que se les diagnostica un útero tabicado o bicorne, el tratamiento recomendado es la corrección quirúrgica del útero (metroplastia). Si el cirujano no está absolutamente seguro del diagnóstico antes de la cirugía, se aconseja realizar una laparoscopia como primer paso para confirmarlo. Durante la cirugía de corrección del útero tabicado, el tabique suele poder extraerse por histeroscopia mientras la paciente sigue anestesiada. Sin embargo, si el aspecto externo del útero es de «orejas de conejo», lo que sugiere un útero bicorne, la corrección quirúrgica se realiza por laparotomía (cirugía abdominal abierta).

En el primer caso con un útero tabicado, la mujer puede empezar a intentar quedarse embarazada relativamente pronto después de la cirugía, y el resultado típico para un embarazo exitoso es bueno. Más concretamente, la mujer puede tener un parto normal y un parto vaginal. Sin embargo, tras la cirugía de un útero bicorne, se suele recomendar que las pacientes esperen al menos tres meses antes de intentar concebir, y se recomienda una cesárea para el parto. Esta recomendación se basa en un mayor riesgo de rotura uterina durante el parto para las mujeres que se han sometido a una corrección quirúrgica de un útero bicorne. Ningún procedimiento quirúrgico ha demostrado ser eficaz en el tratamiento del útero unicorne o del útero didelfo.

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