Escrito por Debs Taylor-Hayhurst
Hablamos a menudo del éxito y del fracaso, y hay muchos libros sobre ambos, sin embargo, ¿sabías que tanto el miedo al éxito como el miedo al fracaso son fobias?
¡Esto me hizo preguntarme cuál podría ser peor!
¿Es peor tener miedo al éxito o es peor tener miedo al fracaso?
El miedo al éxito, o Achievemephobia, surge de los sentimientos de culpa y de la duda sobre uno mismo, evitando cualquier área de responsabilidad en la que se pueda o no tener éxito. A menudo, las personas introvertidas son más propensas a tener esta fobia, que les impide fijarse objetivos por miedo a fracasar. El miedo al éxito también suele darse en las personas más talentosas y dotadas, que son las que probablemente tendrían éxito si lo intentaran.
Por otro lado, tenemos el miedo al fracaso, o Atiquifobia, que también es una afobia. Esta fobia provoca muchos indicadores diferentes y puede causar síntomas tanto emocionales como físicos que hacen que las personas eviten aprovechar las oportunidades a toda costa, tanto a nivel personal como profesional.
Desgraciadamente, las personas con esta fobia son muy buenas para el autosabotaje y, a menudo, ni siquiera inician ninguna tarea o proyecto y mucho menos lo completan o inician por miedo a fracasar después de todo el esfuerzo que saben que tendrían que poner para llevarlo a cabo sabiendo que, sin duda, saldrá mal al final.
Si miramos por qué podríamos haber desarrollado estas fobias en primer lugar, todos podríamos echar un vistazo a nuestra infancia y conectarlas con ciertas experiencias que hemos tenido y que han causado cómo nos sentimos hoy.
Si hemos aprendido a temer a través del fracaso y somos perfeccionistas, entonces podríamos argumentar que somos un gran candidato para esta fobia.
La otra pregunta que podríamos hacernos es por qué algunas personas tienen miedo al éxito, pero no al fracaso y qué situaciones podrían hacerles sentir prácticamente fobia al éxito.
¿Cómo podemos evitar ambas fobias y qué podríamos hacer si tenemos una o ambas?
- Mentalidad – Si siempre consideramos lo positivo antes que lo negativo y rompemos con la costumbre de pensar en lo peor, es un gran comienzo
- Historia – Si tenemos recuerdos de nuestro pasado acechando como monstruos que aparecen en el espejo retrovisor, recuerda que parecen más grandes de lo que son en realidad, y mira hacia adelante, no hacia atrás
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