La sobredosis (OD) se produce cuando una cantidad tóxica de una droga, o una combinación de drogas, sobrecarga el cuerpo.
Las personas pueden sufrir una sobredosis de muchas cosas, incluyendo alcohol, Tylenol, opiáceos o una mezcla de drogas. Las sobredosis de opioides se producen cuando hay tantos opioides o una combinación de opioides y otras drogas en el cuerpo que la víctima no responde a la estimulación y/o la respiración es inadecuada.
Esto sucede porque los opioides se ajustan a receptores específicos que también afectan al impulso de respirar. Si alguien no puede respirar o no respira lo suficiente, los niveles de oxígeno en la sangre disminuyen y los labios y los dedos se vuelven azules, lo que se denomina cianosis. Esta falta de oxígeno acaba deteniendo otros órganos vitales como el corazón y luego el cerebro. Esto lleva a la inconsciencia, al coma y a la muerte.
En 3-5 minutos sin oxígeno, el daño cerebral comienza a ocurrir, pronto seguido por la muerte. Con las sobredosis de opioides, sobrevivir o morir depende totalmente de la respiración y el oxígeno. Afortunadamente, este proceso no suele ser instantáneo; las personas dejan de respirar lentamente, lo que suele ocurrir entre minutos y horas después de consumir la droga. Aunque se han encontrado personas «muertas con una aguja en el brazo», lo más frecuente es que haya tiempo para intervenir entre el momento en que comienza la sobredosis y antes de que la víctima muera.