Esto es lo que dicen las investigaciones sobre la ceto durante la lactancia

¿Sabías que poco después de que los bebés nacen entran en un estado natural de cetosis?

Sí, has leído bien – las investigaciones demuestran que los recién nacidos están en cetosis y permanecen en este estado normal y saludable mientras son amamantados.

Además, las investigaciones confirman que la leche materna de las madres sanas se compone en realidad de un 50-60% de grasa, y el colesterol de la leche materna suministra a los bebés casi seis veces la cantidad que la mayoría de los adultos consumen en sus dietas .

Así que, si los bebés nacen naturalmente en cetosis y se benefician del uso de la grasa y las cetonas como combustible, entonces ¿por qué sería un problema para una madre que amamanta seguir una dieta/estilo de vida cetogénico?

¿Qué dice la investigación sobre Keto mientras amamanta?

Desgraciadamente, la literatura científica actual en torno a la dieta cetogénica y la lactancia es extremadamente limitada.

Sin embargo, un estudio realizado en 2009 comparó una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas (LCHF) con una dieta alta en carbohidratos y baja en grasas (HCLF) en mujeres lactantes.

Sin embargo, los detalles del estudio son importantes. En primer lugar, se trataba de un estudio realmente pequeño de mujeres y sus bebés: sólo siete. Se estudiaron en dos ocasiones en orden aleatorio durante 8 días, separados por una o dos semanas.

En una ocasión, las mujeres recibieron lo que los investigadores llaman una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos. Pero es muy poco probable que esta dieta diera lugar a un estado de cetosis (30% de carbohidratos y 55% de grasa, mientras que la mayoría de las dietas bajas en carbohidratos o ceto consisten en menos del 10% de carbohidratos).

En la otra ocasión, recibieron una dieta más alta en carbohidratos y baja en grasas (60% de energía procedente de los carbohidratos y 25% de la grasa). El estudio no tiene en cuenta la calidad de los alimentos.

Los resultados de este estudio mostraron lo siguiente:

• Independientemente de la dieta, la producción diaria de leche materna y la ingesta diaria de leche materna del lactante siguieron siendo las mismas.
• Ninguna de las dos dietas tuvo un efecto sobre la concentración de lactosa o proteínas en la leche; sin embargo, la concentración de grasa en la leche y el contenido energético de la misma fueron mayores durante la dieta LCHF que en la dieta HCLF.
• La ingesta energética de los lactantes (kcal/día) fue mayor durante la dieta LCHF que durante la dieta HCLF.
• El gasto energético materno medio estimado y la suma del gasto energético materno más el contenido energético de la leche fueron mayores durante la dieta LCHF que durante la dieta HCLF.

En base a estos resultados, los investigadores concluyeron que las madres lactantes podían perder más peso mientras consumían una dieta LCHF que una dieta HCLF sin afectar a la producción de leche y sin dejar de suministrar a sus bebés los nutrientes y la energía necesarios para un desarrollo adecuado.

Otra revisión bibliográfica de 2016 analizó la evidencia del impacto de la nutrición materna en la composición de la leche materna y concluyó que:

«La información disponible sobre este tema es escasa y diversa. La mayor parte de las pruebas utilizadas actualmente en la práctica clínica para hacer recomendaciones se limitan a estudios que sólo informaron de asociaciones indirectas».

En base a esta información, no hay ninguna razón por la que una madre lactante no pueda seguir una dieta y un estilo de vida cetogénicos.

Aunque hay algunos informes anecdóticos de que algunas madres han tenido reducciones en la producción de leche después de seguir una dieta cetogénica, lo más probable es que esto se deba a factores como la deshidratación, la falta de calorías o nutrientes adecuados, y la posible falta de ajuste en los casos de restricción rápida de carbohidratos.

Consejos para una lactancia exitosa mientras se sigue una dieta cetogénica

La lactancia de su bebé es importante, y la mayoría de las madres no quieren hacer nada que pueda poner en riesgo su suministro. Ya hemos visto que se puede seguir un estilo de vida cetogénico mientras se da el pecho (e incluso podría ayudar a eliminar parte del peso del bebé), pero hay que hacerlo correctamente. He aquí cómo.

#1: Empezar a hacer ceto pronto

Cuando empiece a hacer ceto, su cuerpo necesita pasar por un período de ajuste, y puede sentir síntomas parecidos a los de la gripe. Esto se llama la «gripe ceto» y si nunca lo ha experimentado antes, puede sentir como si hubiera algo mal.

Usted no quiere tener que pasar por este período de ajuste mientras está tratando de aprender el arte particular de la lactancia, por lo que si aún no está amamantando a su bebé, no espere hasta que esté embarazada o amamantando – comience ceto ahora para que su cuerpo tenga tiempo para aprender a utilizar eficientemente la grasa y las cetonas como combustible.

Además, se ha demostrado en muchos casos que la ceto aumenta la probabilidad de quedarse embarazada y contribuye a un estilo de vida más saludable en general.

#2: Evite la deshidratación

Uno de los mayores culpables de la escasa producción de leche es no beber suficiente agua a lo largo del día.

Beber mucha agua es extremadamente importante para producir suficiente leche para cualquier madre que esté amamantando – especialmente aquellas que son ceto debido a la mayor excreción de agua por la menor ingesta de carbohidratos.

Tu cuerpo utiliza agua extra para producir leche materna y sanar del parto. Junto con la hidratación necesaria para mantener sus electrolitos equilibrados en la dieta cetogénica y verá que necesita beber más agua de lo que pensaba que necesitaba; ciertamente más que antes de tener a su bebé.

#3: No se olvide de sus nutrientes y electrolitos

Consumir suficientes vitaminas y minerales es extremadamente importante para evitar cualquier efecto secundario negativo como dolores de cabeza, pérdida de energía o mareos.

Consulte este artículo para conocer más a fondo las diferentes vitaminas y minerales necesarios para componer una dieta cetogénica bien formulada.

#4: Consuma suficientes calorías, especialmente grasas de alta calidad

Es importante asegurarse de tener un suministro constante de energía a lo largo del día tanto para usted como para su bebé.

Consumir una cantidad adecuada de calorías y suficientes grasas de buena calidad será otra de las claves para producir cantidades saludables de leche y alimentar tanto a usted como a su bebé. Consulte este artículo para obtener una lista de grasas de alta calidad para incorporar a su dieta.

#5: Consuma suficiente fibra y verduras

Consumir suficientes verduras y fibra es extremadamente importante tanto para su salud como para la salud/desarrollo de su bebé.

Asegúrese de que está consumiendo muchas verduras para asegurar una ingesta adecuada de ciertos fitoquímicos y antioxidantes.

Si no tiene tiempo para preparar verduras (porque, sinceramente, ¡cuidar de un bebé consume mucho tiempo!) utilice un suplemento de verduras para nutrirse.

#6: Pruebe una dieta moderada baja en carbohidratos en lugar de una ceto estricta

Si tiene problemas para producir una cantidad adecuada de leche, pruebe a empezar con 50-75 gramos de carbohidratos al día y baje lentamente los carbohidratos cada día (digamos 5-10 gramos) y haga un seguimiento de cómo afecta a su producción de leche.

Asegúrese de que obtiene sus carbohidratos de fuentes saludables como muchas verduras, frutos secos y semillas y bayas.

Evite el pan, la pasta y otros carbohidratos refinados (carbohidratos + basura = carbohidratos).

#7: Controle su consumo de alimentos/bebidas y la producción diaria de leche

Use una aplicación como MyFitnessPal o MyMacros+ para hacer un seguimiento de los alimentos y bebidas que está consumiendo – esto hará más fácil el seguimiento de su consumo de calorías y grasas en relación con la cantidad de leche que está produciendo cada día para que pueda ajustar en consecuencia.

También puede tratar de hacer un seguimiento de su producción diaria de leche. Hay un par de maneras de hacerlo.

Una manera es extraer y alimentar a su bebé con leche materna extraída durante un par de días. Puede utilizar una aplicación como Baby Connect para hacer un seguimiento de su producción.

Sin embargo, recuerde que los bebés extraen más leche que un sacaleches, y la calidad de su sacaleches también influye en su producción. Además, ten en cuenta que muchas mujeres evitan la extracción estricta de leche porque puede provocar una disminución de la producción. Pero cada mamá y cada bebé son diferentes.

Otra forma de comprobar la cantidad de leche que está produciendo es poner al bebé en una báscula para bebés antes y después de cada toma y anotar la diferencia.

Al igual que con cualquier dieta -incluso la dieta cetogénica- no hay un enfoque de «talla única». Si escuchas a tu cuerpo y pones en práctica los consejos descritos anteriormente, estarás en el camino correcto hacia un viaje de lactancia saludable y satisfactorio.