Unos pocos cambios en su rutina diaria podrían proteger sus arterias y prevenir la EAC. He aquí ocho cambios en el estilo de vida que pueden ayudarle.
Consuma una dieta saludable para el corazón
Ciertos alimentos protegen su corazón, mientras que otros contribuyen a la formación de placas que obstruyen las arterias. Coma más alimentos protectores como frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras, pescado, frutos secos y aceite de oliva. Limite o evite los dulces, los alimentos fritos, las carnes rojas y procesadas y los productos lácteos con toda la grasa.
No consuma más de una cucharadita de sal al día. Un exceso de sodio puede elevar la presión arterial.
Haga más actividad
El ejercicio aeróbico fortalece el músculo cardíaco. También elimina la grasa, reduce la presión arterial y aumenta los niveles protectores de colesterol HDL. La pérdida de peso al hacer ejercicio también podría reducir los niveles de colesterol LDL.
Intente hacer 150 minutos a la semana de ejercicio aeróbico de intensidad moderada. O bien, haga 75 minutos de ejercicio aeróbico de alta intensidad a la semana. Si es la primera vez que hace ejercicio, consulte primero a su médico para asegurarse de que es seguro para usted.
Pierda peso
El exceso de peso supone un esfuerzo adicional para el corazón y los vasos sanguíneos. Perder sólo entre el 5 y el 10 por ciento de su peso corporal le ayudará a reducir la presión arterial y el colesterol LDL. También podría ayudar a reducir el riesgo de EAC.
Si le cuesta perder peso y quiere ayuda, su médico puede remitirle a un nutricionista o dietista. También puede utilizar una aplicación para el teléfono que le ayude a seguir su progreso y le mantenga motivado. Algunas de las que puede probar son:
- MyFitnessPal
- Lose It
- Fooducate
4. Deje de fumar
Los miles de productos químicos que se liberan en cada bocanada de humo de tabaco estrechan las arterias y dañan el corazón. Si fuma cigarrillos, puede reducir el riesgo de sufrir un infarto dejando de fumar.
Dejar de fumar no es fácil, pero su médico dispone de diversos métodos para ayudarle. Los medicamentos, el asesoramiento y los productos de sustitución de la nicotina pueden ayudar a reducir las ganas de fumar.
Además, la Asociación Americana del Pulmón es un gran recurso para encontrar apoyo o asesoramiento si está decidido a dejar de fumar.
Baja la presión arterial
La presión arterial es la fuerza de la sangre que se mueve contra las paredes de las arterias cuando el corazón late. Cuanto más alta sea la presión arterial, más fuerza se ejerce contra esas paredes. Con el tiempo, la presión arterial alta puede dañar las arterias y hacerlas más propensas a desarrollar aterosclerosis.
Una lectura de presión arterial normal es de 120 sobre 80. Pregunte a su médico cuáles deberían ser sus cifras en función de su edad y su estado de salud. Si está fuera del rango, trabaje con su médico para elaborar un plan para reducir su presión arterial.
Limite el alcohol
Un vaso de vino tinto con la cena puede ayudar a reducir el colesterol HDL, pero demasiado alcohol puede ser peligroso para el corazón. En exceso, el alcohol puede contribuir a la hipertensión arterial, la obesidad y la insuficiencia cardíaca.
Beba con moderación: una copa al día para las mujeres y una o dos al día para los hombres. Por supuesto, pregunte a su médico si es seguro que beba en absoluto.
Mantenga el azúcar en sangre bajo control
La enfermedad de Alzheimer es la principal causa de muerte en personas con diabetes. Ambas enfermedades comparten muchos de los mismos factores de riesgo, como la hipertensión arterial, el colesterol LDL elevado y la obesidad.
La hiperglucemia no controlada daña las arterias. Con el tiempo, este daño puede provocar enfermedades cardíacas. Debido al modo en que la diabetes afecta a los niveles de azúcar en sangre, las personas que la padecen tienen el doble de probabilidades de morir de una enfermedad cardíaca que las que no la padecen.
Para reducir el riesgo de EAC, controle la presión arterial alta, la obesidad y el colesterol alto con cambios en el estilo de vida y medicación. Además, trabaje con su médico para mantener sus niveles de azúcar en sangre bajo buen control.
Reduzca el estrés
Algo de estrés es inevitable en este mundo tan acelerado. Pero si te estresas día tras día, puede aumentar la presión arterial y dañar las paredes de tus arterias.
Para combatir el estrés en tu vida diaria, elige una técnica de relajación que te convenga y hazla a menudo. Puedes meditar, practicar yoga, respirar profundamente o escuchar música mientras caminas.