Diagnóstico
El diagnóstico de la aortitis comenzará con la realización por parte del médico de un examen físico y el registro de la historia clínica del paciente. Basándose en el examen físico, el historial médico y los hallazgos, el equipo médico puede realizar una biopsia de la zona si sospecha que el paciente tiene ACG. Esta es la mejor manera de diagnosticar la ACG. Durante el procedimiento, se extrae una pequeña cantidad de la arteria temporal con una aguja. Puede tomarse más de una muestra, ya que la enfermedad no se da en todas partes dentro de la arteria. Esta muestra se examina bajo el microscopio para ver si las células son anormalmente grandes, lo que indica una inflamación.
Para comprobar la existencia de la arteritis de Takayasu, el médico comprobará la tasa de presión arterial en las arterias implicadas que surgen de la aorta. En la arteritis de Takayasu, los pulsos y la presión arterial serán bajos o imposibles de encontrar. Por el contrario, habrá pulsos generalmente rápidos en las piernas. Pueden oírse ruidos en las arterias parcialmente estrechadas.
Pueden realizarse pruebas de imagen, como la angiografía por resonancia magnética (ARM), la ecografía Doppler y la tomografía por emisión de positrones (PET) para observar los vasos sanguíneos y el flujo de sangre a través de ellos. Estas pruebas de imagen también pondrán de manifiesto cualquier zona de inflamación.
Aunque la afección se diagnostica generalmente basándose en los síntomas que experimenta el paciente y en las imágenes de la aorta, también pueden utilizarse muestras de sangre para buscar afecciones o infecciones subyacentes, la función de los órganos y otros indicadores.