Emulsionante, en los alimentos, cualquiera de los numerosos aditivos químicos que favorecen la suspensión de un líquido en otro, como en la mezcla de aceite y agua en la margarina, la manteca, el helado y el aderezo para ensaladas. Estrechamente relacionados con los emulsionantes están los estabilizadores, sustancias que mantienen el estado emulsionado. La consistencia de los productos alimentarios también puede mejorarse mediante la adición de espesantes, utilizados para añadir cuerpo a las salsas y otros líquidos, y texturizantes. Esta clase de aditivos tiene un doble propósito: hacen que los alimentos sean más apetecibles al mejorar su aspecto y consistencia, y aumentan las cualidades de conservación (es decir prolongan la vida útil).
Varias sustancias de este grupo se derivan de las algas, entre ellas la algin, la carageenina y el agar. Las lecitinas también se utilizan como agentes emulsionantes (véase lecitina).
Los emulsionantes, estabilizadores y compuestos afines también se utilizan en la preparación de cosméticos, lociones y ciertos productos farmacéuticos, donde cumplen prácticamente el mismo propósito que en los alimentos, es decir, evitan la separación de los ingredientes y prolongan la vida útil.