Cuando «El Señor de los Anillos» se convirtió por primera vez en una franquicia de éxito con la adaptación cinematográfica de Peter Jackson, se consideró un logro monumental tanto en la narración como en el arte. La combinación de Jackson de CGI de última generación y un toque de fantasía clásica transformó las novelas de J.R.R. Tolkien en una trilogía épica que finalmente recaudó 2.920 millones de dólares en todo el mundo con un presupuesto combinado de aproximadamente 281 millones de dólares.
Pero esa escala suena a cacahuetes comparada con el proyecto actual en marcha en Amazon Studios, donde se está preparando una nueva serie de televisión basada en las novelas por un importe de mil millones de dólares. Elijah Wood, que se catapultó a la fama como el querido Hobbit Frodo Bolsón, no puede procesar esa cifra.
«Es una locura para mí», dijo el actor en una entrevista reciente, señalando que el éxito de las películas originales probablemente preparó el terreno para el costoso esfuerzo de Amazon, que incluye los 250 millones de dólares que gastó para adquirir los derechos. «Eso no habría ocurrido entonces porque el patrimonio de Tolkien no sabía lo que tenía tanto como ahora», dijo Wood. «Todo es producto del mundo en el que viven. Ahora saben lo que tienen, saben lo lucrativo que es».
Wood ha vivido a la sombra de la trilogía de los «Anillos» durante casi dos décadas, pero en su vida profesional, lo dejó atrás hace tiempo. En el Festival de Cine de Tribeca de esta semana, protagoniza el disparatado thriller slapstick «Come to Daddy», una sangrienta película de medianoche sobre un joven que se reencuentra con su distanciado padre. El proyecto es típico de la sensibilidad de Wood a ambos lados de la cámara, ya que también produce trabajos de género de bajo presupuesto, como «Mandy», del año pasado, a través de su productora SpectreVision. Esas experiencias también le han llevado a reevaluar por qué «El Señor de los Anillos» de Jackson funcionó tan bien en primer lugar.
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«Lo más salvaje de ‘El Señor de los Anillos’ era que parecía una película independiente, hecha por New Line en Nueva Zelanda», dijo. «Estaba un poco escondida. Si esa película se hiciera ahora, sería en circunstancias muy diferentes, y con una maquinaria mucho mayor. Eso no significa que no pueda tener alma. Simplemente, es más difícil hacerlo».
Insistió en que, aunque se mantuvo al margen del sistema de estudios en los últimos años, no se oponía filosóficamente a las producciones a gran escala. «Ciertamente, algunas de las películas de Marvel tienen alma», dijo. «Pero no sé. Las franquicias son difíciles. Es difícil hacer un caramelo para los ojos que haga mucho dinero y que también sea artísticamente satisfactorio.» Se siente optimista sobre el potencial de los disruptores como Netflix para traer de vuelta ciertos tipos de proyectos de estudio que ya no se hacen en la industria actual obsesionada con la tentpole. «Creo que ahora nos encontramos en un ámbito realmente diferente que se ha visto favorecido por plataformas de streaming como Netflix», dijo. «Los estudios que sólo pueden hacer grandes películas están desapareciendo, y las nuevas películas más pequeñas podrían estar regresando también. El problema con muchos estudios es que tienden a estar en el negocio de la gestión de riesgos».
Sin embargo, Wood dijo que mantenía la mente abierta sobre la serie de Amazon, que está ambientada en la Segunda Edad de la Tierra Media y que, según se informa, tendrá al menos cinco temporadas. «No tenemos ni idea de cómo va a ser, y podría ser genial», dijo. «Quizá vayan a Nueva Zelanda y rueden un poco allí para dar continuidad visual. ¿Quién sabe? ‘El Señor de los Anillos’ parecía una película hecha por esta pequeña industria artesanal de Nueva Zelanda que nunca había hecho nada a esa escala. Es algo que no ha sido probado. Pero la veré. Tengo curiosidad».