El proceso legislativo

El producto legislativo

La legislación se expresa en diferentes formas. Normalmente, las medidas legislativas se denominan actos o, en el caso de las legislaturas bicamerales, resoluciones conjuntas o concurrentes de ambas cámaras. Independientemente de cómo se llamen estas medidas, deben ser aprobadas por el ejecutivo o pasadas por encima de su veto para que tengan efecto legal. En algunos casos, una cámara o ambas pueden aprobar resoluciones que pueden tener cierta importancia aunque no se presenten al ejecutivo. Por lo general, estas medidas tienen que ver con la gestión interna de la legislatura, como la creación de comisiones, la provisión de empleados legislativos o el inicio de una investigación. Los tratados del gobierno nacional tienen la fuerza de las leyes y se sitúan en pie de igualdad con ellas. Por lo general, los estados no pueden celebrar tratados, pero con el consentimiento del poder legislativo nacional (y, cuando no hay ningún interés nacional en juego, sin él) pueden celebrar pactos que tienen el efecto de las leyes. Los pactos se han utilizado para tratar problemas que requieren un tratamiento regional pero no un control nacional.

Franklin D. Roosevelt firmando la Ley de Transporte Ferroviario de Emergencia

El presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt (centro) firma la Ley de Transporte Ferroviario de Emergencia, con el senador Clarence Drill (izquierda) y el representante Sam Rayburn (derecha) mirando. Sam Rayburn (derecha) mirando, 16 de junio de 1933.

Samuel Rayburn Papers, Dolph Briscoe Center for American History, The University of Texas at Austin

La legislación es útil para proporcionar un marco para la acción gubernamental en campos que son completamente nuevos o que no fueron considerados por el derecho común como parte de la acción gubernamental. Las leyes que regulan las tecnologías emergentes son un ejemplo del primer ámbito y las que se aplican a los programas de seguridad social son características del segundo. Otro campo de actividad legislativa se encuentra en relación con los casos en los que se ha hecho necesario hacer frente a situaciones que el derecho común no resolvió con éxito. Un ejemplo evidente es el de las indemnizaciones a los trabajadores. El derecho del amo y el sirviente desarrollado por los tribunales ingleses antes de la Revolución Industrial no resolvió eficazmente los problemas creados por la industrialización. Fue necesario promulgar todo un cuerpo de leyes laborales para regular la relación entre los trabajadores y sus empleadores.

En los Estados Unidos el amplio alcance de la actividad legislativa y el hecho de que haya tantos cuerpos legislativos han creado una inmensa masa de legislación. En los estados más poblados y en el Congreso de Estados Unidos se presentan miles de proyectos de ley en cada sesión legislativa. La enorme masa de legislación ha creado dificultades para estar al tanto de la evolución legislativa. En el caso del Congreso, y hasta cierto punto en los estados, los organismos privados han suministrado a sus clientes informes periódicos sobre el estado de la legislación en determinadas áreas. En Nueva York, el Anuario Legislativo ha recopilado y conservado material de primera mano sobre la legislación de ese estado, y la Biblioteca del Congreso creó en 1928 un índice de la legislación estatal.

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