El camino del poder

¿Qué es un chamán?

Chamán es una palabra evenki de Siberia que significa alguien que «ve» o «penetra hasta la fuente». Los chamanes son líderes locales que perciben la naturaleza fundamental del universo y ven el panorama general. En todo el mundo, los chamanes reciben muchos nombres locales, entre ellos brujo, sanador o curandero, caminante entre los mundos, curandero, sacerdote, transformador, psicopompo, etc.

Los chamanes pueden heredar la función de sus antepasados, llegar a ella por haber sobrevivido a un accidente o a una enfermedad, mostrar talento para ello cuando son niños o simplemente buscar formación por su cuenta. Tanto los hombres como las mujeres actúan como chamanes de sus comunidades, aunque las mujeres suelen criar primero a sus hijos. Por lo general, convertirse en chamán requiere muchos años de riguroso aprendizaje con muchas pruebas e iniciaciones a lo largo del camino. No todos los que comienzan su formación consiguen convertirse en chamanes. Algunos incluso pueden morir en el proceso.

Los chamanes suelen ser personas de alto funcionamiento, muy respetadas por sus comunidades como asesores y consultores, dedicados a la curación, la manipulación de la realidad, la adivinación, la predicción o la profecía de resultados futuros. Pueden elegir entrar en estados alterados a voluntad para llevar a cabo una variedad de funciones, entre las que se incluyen la de ceremonialistas, la creación de arte, la danza en trance, los cánticos y la curación. Los chamanes saben dónde acceder al poder y la información de la naturaleza. Estudian y se comunican con las plantas, los animales, los elementos y el mundo espiritual. Son excelentes solucionadores de problemas, diagnosticadores, psicólogos, narradores, maestros e hipnotizadores.

Históricamente, en muchas partes del mundo, los reyes, las reinas y los emperadores siempre fueron chamanes entrenados y, si no lo fueron personalmente, siempre emplearon a chamanes para que los asesoraran en muchos asuntos.

Es muy probable que la raza humana no hubiera sobrevivido sin la presencia de los chamanes porque fueron los primeros médicos, sabían qué plantas se podían utilizar para las medicinas y podían ver hacia dónde dirigir a los cazadores para encontrar caza. Podían predecir el tiempo y tenían muchas habilidades que eran críticas para la supervivencia de sus tribus y comunidades.

¿Qué es un practicante de chamanismo?

No todas las personas que practican el chamanismo son chamanes entrenados que han sido aprendices durante muchos años bajo un maestro chamán. Todos los miembros de las comunidades y tribus que siguen el modo de vida chamánico están familiarizados con la cosmovisión chamánica y practican aspectos fundamentales del chamanismo. Pueden comunicarse con los espíritus de la naturaleza, rezar de forma chamánica, honrar a las plantas y a los espíritus de los animales y quizás realizar algún trabajo de curación.

Dado que la mayoría de los chamanes viven en zonas remotas del mundo y no en centros urbanos, no es tan fácil para la mayoría de la gente ser aprendiz de un maestro chamán tradicional. Sin embargo, cada vez más, los chamanes de diferentes zonas del mundo viajan mucho para llevar sus conocimientos a las personas que viven en zonas urbanas de diferentes continentes. Aunque no han crecido necesariamente en una comunidad tribal y no han sido aprendices durante largos años con un chamán en las formas tradicionales, muchas personas con gran talento están adoptando la visión del mundo basada en la naturaleza chamánica y algunas han aprendido mucho sobre la curación y otros aspectos de la práctica chamánica. Estas personas se llaman practicantes chamánicos. No han pasado necesariamente por un aprendizaje chamánico de la vieja escuela, pero son sanadores hábiles, ceremonialistas y maestros por derecho propio. Algunos pocos han sido aprendices de maestros chamanes durante años, pero sensibles a las cuestiones de apropiación pueden elegir no llamarse chamanes sino practicantes chamánicos.

Es aceptable preguntar al practicante chamánico cuál ha sido su formación y experiencia. Una persona que ha tomado un taller de fin de semana sobre chamanismo o ha leído un par de libros no debería de ninguna manera llamarse a sí mismo un practicante chamánico. Dado que hoy en día algunos lo hacen, es mejor ser exigente.

¿Qué es una curación chamánica?

La curación chamánica comienza con una entrevista para averiguar cuáles son los síntomas, cuánto tiempo lleva la persona con ellos, así como la gravedad y el tipo de dolor y otra información pertinente, como si la persona ha sido vista por un médico y qué tipos de medicamentos está tomando. El practicante entonces se prepara, normalmente observando silenciosamente al paciente en un estado meditativo, pidiendo a sus aliados o espíritus ayudantes y a los aliados del paciente que le ayuden a ver lo que se necesita en la curación.

Dependiendo de la información que reciban pueden adoptar varios enfoques para la curación utilizando las herramientas chamánicas adecuadas para el trabajo. Dado que la mayoría de los problemas provienen de flujos de energía obstruidos, el enfoque más común es restaurar la circulación y el movimiento de la energía en el cuerpo.

El practicante puede utilizar la curación por sonido con un tambor o un sonajero, plumas, tabaco, cristales u otras herramientas para eliminar la resistencia en forma de miedo o patrones de ira, hacer que la circulación se mueva de nuevo, restaurar las partes perdidas de uno mismo, o extraer energéticamente la energía extraña o los obstáculos. Ocasionalmente, pueden utilizar técnicas de masaje sencillas. Normalmente el practicante cantará, silbará o tarareará canciones curativas tradicionales.

Las curaciones chamánicas suelen ser cortas, entre quince minutos y media hora, pero en algunos casos pueden durar hasta una hora.

Si bien es común que el practicante cobre una tarifa modesta por este tipo de trabajo, nunca debe manipular al cliente sugiriendo que sólo él puede salvarlo ni debe cobrar tarifas exorbitantes ni hacer insinuaciones sexuales inapropiadas ni tocar al paciente de manera inaceptable.

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