Efectos psicológicos – Fundación para la Investigación de los Efectos de la Radiación (RERF)

Inmediatamente después de la exposición a la radiación, los supervivientes de la bomba atómica experimentaron estrés provocado por una amplia gama de factores físicos, sociales y psicológicos. A las quemaduras y lesiones iniciales les siguió la aparición de síntomas agudos de la radiación, como la depilación (pérdida de cabello), hemorragias y diarrea, incluso en aquellos que parecían no haber sufrido daños. La muerte de miembros de la familia y el trastorno general de sus vidas, así como los informes sobre un aumento de la incidencia del cáncer como efecto tardío de la exposición a la radiación, aumentaron la ansiedad y los temores de los supervivientes.

En los casos de exposición a la bomba atómica, no está claro hasta qué punto los síntomas que informaron los supervivientes eran psicológicos o inducidos por la radiación. Aunque los efectos psicológicos de la exposición a la radiación deben haber sido considerables, se han realizado pocos estudios en esta área. Sin embargo, en la década de 1950, los psiquiatras de Hiroshima y Nagasaki informaron de un aumento de las quejas entre los supervivientes de la bomba atómica de los síntomas neuróticos, incluyendo la fatiga general, la amnesia y la falta de concentración, así como otros síntomas comúnmente asociados con el desequilibrio nervioso autónomo, tales como palpitaciones o una sensación de ardor o frío.

Las respuestas de los supervivientes a los cuestionarios RERF revelaron muchos de los síntomas que ahora se describen en el trastorno de estrés postraumático (TEPT), que se produce tras experiencias de gran terror, como inundaciones, terremotos y erupciones volcánicas. Entre los síntomas que manifestaron los supervivientes de la bomba atómica se encontraban el recuerdo del suceso y el malestar, la sensación de falta de respuesta y de inmovilidad, y el sentimiento de culpa y el desánimo, además de mostrar síntomas físicos como mareos, inconsciencia, dolor de cabeza y náuseas.

Está previsto realizar más estudios sobre los efectos psicológicos de la exposición a la radiación de los bombardeos atómicos.

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