Similar a un ecocardiograma, una ecografía Doppler (o ecocardiografía Doppler) es una prueba en la que se hacen rebotar ondas sonoras de muy alta frecuencia en el corazón y los vasos sanguíneos. Las ondas sonoras devueltas (ecos) se recogen y se convierten en imágenes que muestran el flujo sanguíneo a través de las arterias o del propio corazón. La ecografía Doppler permite a los médicos ver claramente cómo fluye la sangre por el corazón y los vasos sanguíneos. También les permite ver y medir las obstrucciones en las arterias y medir el grado de estrechamiento o fuga de las válvulas del corazón. Puede recomendarse a los pacientes con aterosclerosis o enfermedad arterial coronaria. Se utiliza para evaluar el flujo sanguíneo a través de las arterias coronarias (los vasos sanguíneos que irrigan el corazón), la arteria carótida (la principal arteria del cuello), las principales arterias de los brazos y las piernas, o en el propio corazón (ecocardiografía).
Qué esperar
Una prueba de ecografía Doppler suele realizarse en una clínica. Se frota un gel especial en la parte del cuerpo que se va a examinar para mejorar la calidad del sonido. A continuación, se mantiene un transductor (un instrumento manual que transmite ondas sonoras) contra la piel mientras se registran imágenes de los vasos sanguíneos. La prueba dura unos 30 minutos y es indolora.
Cómo prepararse
Por lo general, no es necesario restringir los alimentos o los líquidos, ni hacer ninguna preparación especial antes de una prueba de ecografía Doppler. Hable con su médico sobre cualquier medicamento que esté tomando. Lo mejor es que consulte con el centro en el que se va a realizar la prueba para obtener información específica sobre cómo prepararse.