DIOCTOPHYMA RENALE, el gusano renal gigante de PERROS y GATOS. Biología, prevención y control

Dioctophyma renale, el gusano renal gigante, es un ascárides parásito que tiene como huéspedes finales a los perros (ocasionalmente también a los gatos) y a otros numerosos carnívoros, especialmente los que se alimentan regularmente de peces de agua dulce (por ejemplo, visones, nutrias, etc.).

Se encuentra en todo el mundo, con menos frecuencia en Asia y Oceanía. La incidencia en perros es baja (normalmente <1%), incluso en zonas endémicas. La incidencia en los animales que se alimentan de pescado puede ser especialmente alta, por ejemplo, en un estudio realizado en Ontario (Canadá) se encontró que el ~50% de los visones estaban infectados.

Dioctophyma renale es uno de los mayores helmintos conocidos: puede llegar a medir más de 1 metro.

La enfermedad causada por el Dioctophyma renale se llama dioctofimiasis.

¿Los perros o gatos infectados con Dioctophyma renale son contagiosos para los humanos?

  • NO. No a través del contacto con las mascotas, ni a través de sus heces o el vómito. Aunque el Dioctophyma renale puede parasitar a los humanos, los huevos que desprenden los perros y gatos infectados no son directamente infecciosos para los humanos. Tienen que pasar algún tiempo en el medio ambiente y ser ingeridos por huéspedes intermedios para volverse infecciosos. Los humanos se infectan después de comer pescado o rana crudos o insuficientemente cocinados. Para obtener información adicional, lea el capítulo sobre el ciclo de vida que aparece a continuación.

Este gusano no infecta al ganado vacuno, las ovejas, las cabras, los cerdos, los caballos o las aves de corral.

Puede encontrar información adicional en este sitio sobre la biología general de los gusanos parasitarios y/o los ascárides.

Localización final de Dioctophyma renale

Los lugares de predilección de Dioctophyma renale son los riñones, normalmente sólo el derecho.

Anatomía de Dioctophyma renale

Dioctophyma renale es uno de los mayores ascárides conocidos. Los machos miden entre 20 y 40 cm de largo y entre 5 y 6 mm de grosor. Las hembras pueden medir hasta 1 metro de largo y 12 mm de grosor. Tienen un color entre rosa y rojizo. Por lo demás, al igual que otros gusanos redondos, su cuerpo está cubierto por una cutícula, que es flexible pero bastante dura. Los gusanos no tienen signos externos de segmentación. Tienen un sistema digestivo tubular con dos aberturas, la boca y el ano. También tienen un sistema nervioso, pero no tienen órganos excretores ni sistema circulatorio, es decir, ni corazón ni vasos sanguíneos. Los ovarios de las hembras son grandes y los úteros terminan en una abertura llamada vulva. Los machos tienen espículas quitinosas para adherirse a la hembra durante la cópula.

Los huevos (~45×70 micrómetros) tienen una forma ovalada y una cáscara gruesa y característicamente estructurada, y están embrionados.

Ciclo de vida y biología de Dioctophyma renale

Dioctophyma renale tiene un ciclo de vida indirecto, con perros, gatos y otros carnívoros como huéspedes finales, y gusanos acuáticos (los llamados Oligochaeta, por ejemplo Lumbriculus variegatus) como huéspedes intermedios.

Las hembras adultas ponen huevos que se desprenden con la orina del huésped. Maduran en el agua en un plazo de 2 a 10 semanas y pueden permanecer infecciosos durante meses. Los gusanos acuáticos se comen estos huevos, que se convierten en larvas L3 en el cuerpo de los gusanos acuáticos. Los peces, crustáceos (por ejemplo, cangrejos), ranas u otros anfibios actúan como huéspedes de transporte (= huéspedes paraténicos): se comen estos gusanos, las larvas L3 se liberan en su estómago y posteriormente se enquistan en sus tejidos. Los perros, gatos y otros huéspedes finales se infectan al ingerir gusanos acuáticos infectados (por ejemplo, al beber agua) o huéspedes de transporte.

En el huésped final las larvas L3 se liberan en el estómago. Migran al hígado donde maduran durante unos 2 meses para convertirse en adultos juveniles. Posteriormente migran a los riñones a través de la cavidad peritoneal. En la mayoría de los casos sólo se infecta el riñón derecho, quizás porque está más cerca del estómago y del hígado. Allí alcanzan la madurez sexual y se reproducen. En caso de infecciones masivas, ambos riñones pueden estar infectados. En ocasiones, algunos gusanos no llegan a los riñones y completan su desarrollo en la cavidad peritoneal.

Los gusanos adultos pueden vivir hasta 5 años dentro del huésped final. Se alimentan de los tejidos renales y de la sangre.

Daños causados por las infecciones de Dioctophyma renale, síntomas y diagnóstico

Dioctophyma renale puede causar daños masivos en el riñón afectado. Los tejidos destruidos son sustituidos por tejido conectivo (fibrosis), lo que perjudica considerablemente el funcionamiento normal del riñón. Como normalmente sólo un riñón se ve afectado, el otro toma el relevo y la mascota infectada no muestra signos clínicos. En los raros casos en que ambos riñones están gravemente afectados, puede producirse nefritis (inflamación del riñón), orina sanguinolenta y cólico renal (si los gusanos se introducen en la uretra); es posible que haya víctimas mortales debido a la insuficiencia renal. Los gusanos que permanecen en la cavidad peritoneal pueden causar peritonitis (inflamación del peritoneo), pero también hepatitis (inflamación del hígado) y ascitis (acumulación de líquido en la cavidad peritoneal).

El diagnóstico suele hacerse sólo durante el examen post mortem, o durante la cirugía por otros motivos. Los huevos típicos se pueden encontrar en el sedimento de orina, pero es posible que haya falsos negativos porque la eliminación de huevos es intermitente y también puede ocurrir que sólo los gusanos hembra infecten al animal: no pondrán huevos en ausencia de gusanos macho. La ecografía renal suele ser un método fiable para visualizar los gusanos adultos en los riñones.

Prevención y control de las infecciones por Dioctophyma renale

La mejor prevención en las regiones endémicas (por ejemplo, donde se practica la pesca industrial o tradicional en agua dulce) es evitar que los perros y los gatos se alimenten de pescado crudo, ranas, cangrejos, etc. y que hurguen en los residuos de pescado.

La extirpación quirúrgica es el tratamiento más común una vez confirmada la infección. Entre los antihelmínticos comunes, hay algunos informes que indican que el fenbendazol es eficaz contra las larvas, y la ivermectina contra los adultos en los riñones. Sin embargo, la mayoría de los desparasitantes comunes para mascotas no están aprobados para este uso. Por lo tanto, si alguna vez se intenta, el médico veterinario tiene que determinar un régimen de tratamiento especial.

Hasta ahora no existen verdaderas vacunas contra el Dioctophyma renale. Para saber más sobre las vacunas contra los parásitos del ganado y de los animales domésticos, haga clic aquí.

El control biológico del Dioctophyma renale (es decir, el uso de sus enemigos naturales) no es factible hasta ahora.

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Resistencia de Dioctophyma renale a los antihelmínticos

Hasta ahora no hay informes sobre la resistencia de Dioctophyma renale a los antihelmínticos.

Esto significa que si un antihelmíntico no logra la eficacia esperada, la probabilidad es muy alta de que, o bien el producto no era adecuado para el control de Dioctophyma renale, o se utilizó incorrectamente.

¡Pregunte a su médico veterinario! Si está disponible, siga las recomendaciones nacionales o regionales más específicas para el control de Dioctophyma renale.

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