«Dejad que China duerma, porque cuando se despierte, sacudirá el mundo» así reza una cita atribuida a menudo a Napoleón Bonaparte. Tanto si estas palabras fueron pronunciadas por Napoleón Bonaparte como si no, en los últimos años, el Partido Comunista Chino (PCC) ha creado una realidad muy preocupante para esta afirmación.
En los últimos años, un informe tras otro ha arrojado luz sobre el terrible trato que reciben los grupos étnicos minoritarios en China. Especialmente los musulmanes uigures, que han soportado el encarcelamiento masivo en los llamados campos de reeducación, el adoctrinamiento, el abuso físico y sexual, la esclavitud moderna, la esterilización forzada, los abortos forzados y mucho más. Por supuesto, el PCC niega todas estas acusaciones. De hecho, en una reciente declaración en la que cuestionaba las acusaciones de esterilización y abortos forzados, la embajada china en Estados Unidos tuiteó que un «estudio muestra que en el proceso de erradicación del extremismo, las mentes de las mujeres uigures de Xinjiang se emanciparon y se promovió la igualdad de género y la salud reproductiva, haciendo que dejaran de ser máquinas de hacer bebés. Tenían más confianza en sí mismas y eran más independientes». El post fue eliminado desde entonces por Twitter por violar las normas de la red.
Se dice que estas presuntas violaciones de los derechos humanos en China continúan. El 13 de enero de 2021, la Comisión de Derechos Humanos del Partido Conservador británico lanzó su nuevo informe sobre la situación de los derechos humanos en China. La Comisión de Derechos Humanos del Partido Conservador Británico es un organismo de derechos humanos que fue creado en 2005 por el diputado Liam Fox, entonces ministro de Asuntos Exteriores británico, para poner de relieve las preocupaciones internacionales en materia de derechos humanos, con el fin de informar, asesorar y mejorar la política exterior del partido. El nuevo informe, titulado «The Darkness Deepens. The Crackdown on Human Rights in China 2016-2020» analiza las evidencias de graves abusos contra los derechos humanos, como las violaciones de «la libertad de expresión, la libertad de los medios de comunicación y la libertad de religión o creencia en toda China, el uso generalizado y sistemático de la tortura y los malos tratos, las confesiones forzadas la extracción forzada de órganos, la esclavitud moderna, el establecimiento de un Estado de vigilancia orwelliano, el acoso, la intimidación, la desaparición y el encarcelamiento de abogados, defensores de los derechos humanos y activistas de la sociedad civil, y la ausencia total de garantías procesales, independencia judicial o Estado de derecho en el sistema legal… violaciones durante la pandemia de Covid-19, y la creciente agresión de China hacia los críticos de su historial de derechos humanos en las organizaciones multilaterales, especialmente en las Naciones Unidas… pruebas sobre la situación de los uigures y otros en , la continua represión en el Tíbet, y el aumento de las violaciones de los derechos humanos en Hong Kong.» Las autoridades chinas aún no han respondido a las acusaciones.
El informe concluye que «el asalto del PCCh a los derechos humanos y libertades fundamentales básicos, a la dignidad humana, a los acuerdos internacionales y al orden internacional basado en normas» y hace una letanía de recomendaciones. Entre ellas se incluye una revisión exhaustiva de la política entre el Reino Unido y China, en todos los departamentos gubernamentales pertinentes.China, en todos los departamentos gubernamentales pertinentes, el establecimiento de una coalición internacional de democracias para coordinar una respuesta global a la crisis de los derechos humanos en China, la aplicación de las sanciones Magnitsky, es decir, sanciones selectivas contra funcionarios y entidades de los gobiernos de China y Hong Kong que sean responsables de graves violaciones de los derechos humanos, liderar una iniciativa en las Naciones Unidas para conseguir apoyo para el establecimiento de un mecanismo de la ONU que aborde los derechos humanos en China, y buscar el establecimiento de mecanismos de rendición de cuentas para que los autores de crímenes atroces masivos rindan cuentas, entre otras.
El nuevo informe recibió el apoyo de altas personalidades del Partido Conservador, como los ex dirigentes William Hague, Sir Iain Duncan Smith y el ex secretario de Asuntos Exteriores Sir Malcolm Rifkind. Sin embargo, el informe no significa nada si el Partido Conservador, el partido en el gobierno del Reino Unido, no se toma en serio las conclusiones y sigue sus recomendaciones o toma otras medidas decisivas. Los próximos días y semanas mostrarán si el partido en el gobierno del Reino Unido despierta mientras el PCC sigue sacudiendo el mundo.
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