Cuidado de hospicio por sepsis/choque séptico

¿Cómo contrae sepsis o shock séptico?

Los pacientes desarrollan sepsis cuando su cuerpo no puede luchar contra una infección, normalmente debido a afecciones subyacentes o enfermedades crónicas que debilitan su sistema inmune. En el 73% aproximadamente de los casos de sepsis, los pacientes ya presentan un cuadro de sepsis cuando ingresan al hospital y otro 26% la desarrolla durante la hospitalización.

Previo al cuadro de sepsis, es probable que los pacientes vulnerables ya estén comprometidos a raíz de otras enfermedades o problemas médicos, en especial cáncer, demencia, derrame cerebral y enfermedad pulmonar crónica, enfermedad cardíaca, enfermedad hepática o enfermedad de los riñones.1 Factores tales como una mala nutrición, un estado funcional o cognitivo deficiente, o síntomas sin controlar pueden hacer que al cuerpo le resulte más difícil combatir la infección que desencadena la sepsis.

El shock séptico no es algo que pueden contraer los pacientes. Aparece cuando el cuadro de sepsis se vuelve más grave y ocasiona una caída brusca de la presión arterial, que es difícil de manejar con tratamientos estándar.

Para diagnosticar un cuadro de sepsis e identificar la fuente de infección, los médicos cuentan con una variedad de factores y pruebas, que incluyen la temperatura, la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, el recuento de plaquetas/sangre, el análisis de biomarcadores, entre otros cultivos/exámenes.

¿Quiénes tiene un mayor riesgo de sufrir sepsis o choque séptico?

Algunos pacientes son más susceptibles que otros, como los que:

  • Son muy jóvenes o muy viejos
  • Sufren una enfermedad crónica o infección bacteriana resistente a medicamentos
  • Tienen el sistema inmunológico debilitado por VIH, tratamientos contra el cáncer, medicamentos por trasplantes, diabetes o trauma grave
  • Tienen enfermedades subyacentes (40% de los pacientes hospitalizados) que los harían elegibles para recibir cuidados de hospicio, incluyendo cáncer avanzado, insuficiencia cardíaca, enfermedad pulmonar avanzada (insuficiencia respiratoria en reposo o con un esfuerzo mínimo, con o sin oxígeno) y demencia acompañada de cualquier dificultad con actividades de la vida diaria (comer, bañarse, vestirse, ir al baño, higiene personal, etc.)
  • Tienen que usar dispositivos invasivos, como catéteres intravenosos, tubos respiratorios o dispositivos de asistencia ventricular para el corazón

Qué deben saber los pacientes y familias sobre la sepsis y cómo puede ayudar el hospicio

Los pacientes son elegibles para el cuidado de hospicio cuando un médico toma una determinación clínica de que la expectativa de vida es de seis meses o menos si la afección o enfermedad sigue su curso esperado.

Sin embargo, muchas infecciones por sepsis ocurren en pacientes que ya están gravemente enfermos, hospitalizados, en la unidad de cuidados intensivos (UCI) o recuperándose de un procedimiento en el hospital. Sin embargo, los pacientes ancianos o debilitados se pueden manejar con éxito y ser dados de alta para iniciar una atención ambulatoria del deterioro continuo y progresivo de los efectos latentes de esta enfermedad insidiosa. Lo ideal es que los pacientes que desarrollan sepsis y sobreviven a la hospitalización inicial a causa de la sepsis, y que ahora están experimentando un deterioro, se evalúen para la participación en conversaciones sobre los objetivos de atención. Estas conversaciones sirven para identificar sus preferencias para los cuidados al final de la vida. Si es elegible, el cuidado de hospicio es la mayor atención que estas personas pueden recibir en el hogar.

Se debe contactar con el personal de admisiones al hospicio inmediatamente cuando se diagnostica una sepsis progresiva grave, porque el tiempo es esencial cuando se produce una infección progresiva potencialmente rápida en etapas avanzadas del progreso de la enfermedad o en pacientes cuya salud ya es inestable o está comprometida. Si la sepsis no resulta en la muerte del paciente, el cuidado de hospicio puede ser la mejor opción para controlar los síntomas a largo plazo, tratar el dolor y apoyar al paciente y su familia.

Estos son algunos consejos para las familias y pacientes que se enfrentan a los desafíos de una enfermedad grave, hospitalización o numerosos procedimientos que los ponen en riesgo de sufrir sepsis:

  • Lea y comparta «Considering Hospice: A Discussion Guide for Families» (Considerando el hospicio: una guía de conversación para familiares).
  • Diga qué es lo que quiere: hable sobre sus deseos, escríbalos, compártalos. Si es un paciente en riesgo de sufrir sepsis, asegúrese de documentar sus deseos y preferencias de cuidados al final de la vida ahora, antes de que surja una crisis. Decida qué intervenciones quiere y no quiere ante un diagnóstico limitativo o una infección potencialmente mortal como una sepsis. Cuando posee directivas anticipadas, como un testamento de vida o un poder notariado para decisiones de asistencia médica, su familia, el apoderado de atención médica y el equipo de atención médica pueden tomar decisiones sobre los cuidados al final de la vida sin desacuerdos ni culpabilidad.

¿Cuál es la diferencia entre la sepsis y el shock séptico?

La sepsis es ocasionada por un agente infeccioso que invade el cuerpo, como una bacteria, un virus o un hongo.

El shock séptico es una manifestación grave de la sepsis que se desarrolla cuando la presión arterial de un paciente cae a niveles peligrosamente bajos mientras intenta luchar contra la infección. Por lo general, es difícil llevar la presión arterial a niveles normales con medicamentos estándar para la presión arterial y otros líquidos.

1 Rhee C., et al. «Prevalence, Underlying Causes and Preventability of Sepsis-Associated Mortality in US Acute Care Hospitals.» JAMA Network Open. 2019;2(2):e187571

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