Marino sugiere que primero te quites el maquillaje que lleves y te hagas una limpieza previa a fondo de la piel con tu(s) producto(s) preferido(s), antes de aplicar la miel. Cuando llegue el momento de aplicar la miel, sólo necesitarás un poquito. Marino dice que basta con un cuarto de cucharadita, que debes calentar en tus manos y luego extender una capa fina y uniforme sobre tu piel. Déjalo actuar durante al menos 30 segundos, pero si es más largo, mejor. Marino recomienda: «Si tienes tiempo, déjala actuar de 5 a 10 minutos como una mascarilla». A continuación, aclara la miel con agua tibia, sécate la cara con palmaditas y continúa con tu rutina de hidratación habitual.
Si quieres obtener los beneficios del uso de la miel en tu piel pero te da un poco de reparo la cosa pegajosa, Marino tiene un preparado comercial que puede recomendar: «Mi producto favorito que contiene miel es Warming Honey Cleanser de iS Clinical. Se trata de un limpiador de tratamiento repleto de miel, enzimas de papaya y jalea real que lo convierten en un limpiador perfecto para digerir las células muertas a la vez que promueve la hidratación.» Este producto está disponible en Amazon a un coste de 45 dólares por 4 onzas, frente a los 9,35 dólares de un tarro de 32 onzas de miel cruda sin filtrar de la marca Amazon. Aunque tu cartera preferirá obviamente la segunda opción, tu piel estará contenta con cualquiera de las dos.