La vida de una madre que amamanta y extrae leche no es sencilla. Está llena de horarios, control de suministros y almacenamiento de leche, con muchos mimos y sesiones de lactancia entre medias. Cuando se combina la extracción de leche con la lactancia, hay que prestar una atención constante para asegurarse de mantener el suministro sin aumentar demasiado por accidente, o sin olvidar una sesión que pueda afectar negativamente al suministro. Preguntarse en cuánto tiempo se puede amamantar después de la extracción de leche es una pregunta común en la mente de muchas madres que se extraen leche, y como en la mayoría de las áreas de la maternidad, no hay una regla establecida sobre el tema.
Según la Clínica Mayo, tener un horario fijo es ideal para mantener el suministro. Su bebé (y sus pechos) valorarán la previsibilidad, y usted no tendrá que preocuparse de no estar extrayendo o amamantando lo suficiente para mantener su suministro. Dicho esto, la mayoría de los expertos recomiendan esperar al menos entre 30 minutos y una hora después de la extracción para dar el pecho, según Ameda, una de las principales marcas de sacaleches. Esto le da tiempo a su suministro para reponer, y aunque su cuerpo está continuamente produciendo leche, amamantar o bombear con más frecuencia que eso hará que su cuerpo produzca más leche de la que probablemente necesita.
Según Healthy Children, la leche materna se produce en función de la «oferta y la demanda» -lo que significa que cuanto más saque usted o su bebé, más producirá su cuerpo-, por lo que es importante no sacar ni demasiada ni muy poca leche. Mientras su bebé coma lo suficiente en cada toma y usted siga extrayendo la cantidad necesaria, probablemente no sea necesario programar tomas o sesiones de extracción adicionales.
No se estrese demasiado por conseguir el equilibrio perfecto. Su cuerpo le avisará cuando esté extrayendo demasiado y podrá reducir la cantidad.