Para una pérdida de peso saludable, debe aspirar a un objetivo de una o dos libras por semana. En las fases iniciales de un programa, podría perder más libras debido a los cambios corporales iniciales que se producen con el aumento de las demandas físicas. Sin embargo, esta pérdida rápida de peso debería disminuir después de la segunda semana y empezar a estabilizarse. En algunos casos, el peso puede aumentar en la primera o segunda semana. Si esto sucede no se alarme, el cuerpo humano es muy eficiente. Cuando el cuerpo se ve sometido a nuevas tensiones, como el ejercicio, reacciona compensando y aumentando el tamaño y la función de los músculos. Esto puede conducir a un aumento de peso. Sin embargo, no hay que desanimarse. Este músculo añadido ayudará a aumentar la demanda calórica y, en última instancia, le ayudará a quemar más grasa en el futuro. La pérdida de peso depende únicamente de la diferencia entre la cantidad de calorías quemadas y consumidas. Por cada actividad que realice, su cuerpo debe gastar un determinado número de calorías que obtuvo de los alimentos o que almacenó en la grasa. Cuanto más intensiva en energía sea la actividad, mayor será la demanda calórica. Un kilo de grasa contiene aproximadamente 3.500 calorías. Para perder una libra de grasa, debe gastar 3.500 calorías más de las que consume. Mediante el ejercicio, está intentando que su cuerpo utilice las calorías que ha almacenado en las células grasas de todo el cuerpo. Este proceso es acumulativo, y tendrá que seguir eliminando las reservas de grasa de su cuerpo. Perder más de una o dos libras a la semana es muy difícil de hacer, y normalmente requeriría una dieta extrema. Este tipo de dieta no sólo es difícil de mantener, sino que también puede ser contraproducente. Para que la pérdida de peso sea exitosa y a largo plazo, es necesario hacer cambios en el estilo de vida. En algunos casos, los médicos pueden prescribir dietas muy bajas en calorías para personas obesas, pero esto requiere supervisión médica y sólo se utiliza temporalmente para lograr un peso saludable. Una vez alcanzado el peso, se aplica una forma de alimentación más saludable. Uno de los factores más importantes a tener en cuenta a la hora de establecer un objetivo de pérdida de peso es la constancia. Para la mayoría de las personas, el peso no apareció de la noche a la mañana. Se tardó unos años en llegar a él, así que no espere que desaparezca rápidamente. Con la nutrición y el ejercicio adecuados, puede desaparecer más rápido de lo que se ganó, pero se necesita ser consistente con su rutina de nutrición y ejercicio.