Cuándo hacer la prueba de la diabetes a los niños

Mi esposo es diabético tipo 1, y no lo sabíamos hasta que fue a un examen físico y el médico dijo que su cuerpo estaba en «cetosis» (apagándose). No nos lo esperábamos ya que parecía sano, y no reconocimos ningún síntoma excepto la micción frecuente. ¿A qué edad deberíamos hacer un chequeo a nuestros tres hijos (de 13, 15 y 16 años)? ¿Hay signos más evidentes en los niños? ¿Recomienda alguna dieta en particular como punto de partida para una mejor alimentación? Perdón por tantas preguntas, sólo intento tener la información clara. Muchas gracias de antemano por su tiempo en contestar esto. Que tenga un buen día.

– Christina, Texas

Todas estas son grandes preguntas. Descubrir que usted o un ser querido tiene diabetes tipo 1 puede ser abrumador – y preocupante para los padres que se preocupan de que sus hijos están en riesgo de desarrollar la enfermedad. Es estupendo que esté pensando en intentar evitar que eso ocurra.

No hay una respuesta definitiva a su pregunta sobre la detección temprana. En primer lugar, aunque su marido tenga diabetes tipo 1, no significa que sus hijos vayan a desarrollar invariablemente la enfermedad. De hecho, muy pocos hijos de padres diabéticos lo hacen. La mala noticia es que no tenemos forma de determinar quiénes lo harán y quiénes no. En segundo lugar, aunque conozcamos las tendencias específicas heredadas para la diabetes, hay muchos factores en el entorno que son desencadenantes aún no descubiertos. Si conociéramos estos factores, podríamos trabajar para reducir su influencia. En tercer lugar, desconocemos el ritmo al que una persona portadora del riesgo genético desarrolla realmente la diabetes. Es posible que desarrolle la enfermedad pronto o que la diabetes tarde muchos años en afianzarse. En cuarto lugar, no disponemos de un tratamiento eficaz ni de una medida preventiva para evitar la diabetes de tipo 1 entre las personas con mayor riesgo de desarrollarla.

A la luz de todos estos factores, la mejor manera de avanzar es hacer lo siguiente:

  • Asegúrese de que sus hijos se someten a revisiones periódicas y hable con su pediatra sobre los nuevos avances en el diagnóstico precoz y los esfuerzos de prevención. Hay estudios en curso, cuyos resultados nos enseñarán más sobre cómo proceder. También puede haber proyectos de investigación en los que sus hijos puedan participar y que les den acceso a pruebas genéticas e inmunológicas no disponibles para el público en general. Estas pruebas pueden darle una mejor idea de las probabilidades específicas de que sus hijos desarrollen diabetes.
  • Haga que sus hijos se sometan a pruebas de glucosa en sangre a partir de ahora, semestralmente o anualmente, para evitar que síntomas graves como la cetosis sean el estímulo para un diagnóstico.
  • Esté atento a los siguientes signos y síntomas: sed excesiva, micción frecuente, pérdida de peso, fatiga o visión borrosa; y signos mucho menos comunes de cetosis, como náuseas y vómitos, dolor abdominal, letargo y disminución del estado de alerta y respiración rápida. Se trata de los mismos signos y síntomas que en los adultos.
  • Aunque no existen recomendaciones específicas sobre suplementos dietéticos o dietas, un estilo de vida saludable y el mantenimiento de un peso sano ayudarán en general. Las recomendaciones específicas dependen de las necesidades calóricas, el nivel de actividad y las preferencias de sus hijos. A menudo les digo a mis pacientes que su primera lealtad es la nutrición: asegurarse de que tienen los nutrientes adecuados (es decir, vitaminas, minerales y consumo de proteínas) necesarios para la supervivencia. En el caso de los niños, es importante tener en cuenta sus necesidades de crecimiento y desarrollo. Podría consultar a un dietista para que le haga sugerencias específicas.

Por último, enfrentarse a un padre diabético puede ser una experiencia aterradora para los niños. Le aconsejo que usted y su marido normalicen las rutinas diarias de su cuidado, que incluyen las pruebas de glucosa en sangre en casa, las visitas al médico, los regímenes de dieta y ejercicio, las inyecciones de insulina y la discusión de los síntomas de los niveles altos y bajos de azúcar. De este modo, podrá evitar las crisis y mostrar a sus hijos que la diabetes es una enfermedad que puede controlarse siempre que se cuide. Este conocimiento les ayudará mucho en el caso de que algún día les diagnostiquen diabetes, por pequeñas que sean las probabilidades. Mis mejores deseos para usted, su marido y sus hijos. Espero que todo vaya bien.

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