Por Robert Preidt
Reportero de HealthDay
MLUNES, 30 de noviembre de 2020 (HealthDay News) — Entre los miles de niños que se sometieron a la prueba de COVID-19, el malestar estomacal, la pérdida del gusto y el olor, la fiebre y el dolor de cabeza fueron los síntomas que más predijeron los resultados positivos de la prueba, según un estudio canadiense.
Pero un tercio de los niños y adolescentes con el coronavirus no mostraron ningún síntoma, señalaron los investigadores.
«Dado que más de un tercio de los pacientes pediátricos que dan positivo en la prueba de la infección por SARS-CoV-2 no muestran ningún síntoma, identificar a los niños que probablemente estén infectados es un reto. De hecho, es probable que la proporción de infecciones asintomáticas por SARS-CoV-2 en niños sea mucho mayor de lo que hemos comunicado, dada la probabilidad de que muchos no se presenten a las pruebas», señalaron el Dr. Finlay McAlister, de la Universidad de Alberta, Edmonton, y los coautores.
La tos y el goteo nasal también fueron frecuentes entre los niños que dieron positivo, pero los investigadores señalaron que esas mismas molestias eran comunes entre los niños que dieron negativo y no podían considerarse signos reveladores de la infección por COVID-19.
«Muchos otros síntomas similares a la gripe (como la tos y el dolor de garganta) eran tan comunes, o más, en los niños que dieron negativo en la prueba del SARS-CoV-2″ y, por lo tanto, tenían un valor predictivo limitado para detectar el COVID-19 en los niños», escribieron los autores en el número del 24 de noviembre de CMAJ. Los hallazgos sugieren que «los administradores de los cuestionarios de cribado para las escuelas o guarderías podrían considerar la posibilidad de reevaluar los síntomas que detectan para incluir sólo los que están más fuertemente asociados con los resultados positivos de los hisopos para la infección por SARS-CoV-2», informaron los investigadores.
Para el estudio, evaluaron los síntomas entre más de 2.400 niños de la provincia de Alberta (Canadá) que se sometieron a la prueba del coronavirus entre el 13 de abril y el 30 de septiembre de 2020.
La pérdida de olfato/sabor era siete veces mayor en los niños con COVID-19; el malestar estomacal era cinco veces más probable, y el dolor de cabeza era dos veces más probable, hallaron los investigadores. La fiebre era un 68% más probable en los niños con un resultado positivo.
En los niños con pérdida de olfato/gusto combinada con dolor de cabeza y malestar estomacal, las probabilidades de obtener un resultado positivo eran 65 veces mayores en comparación con los niños y adolescentes sin ese grupo de síntomas, según el estudio.