Para la mayoría de los hombres a los que se les diagnostica un cáncer de próstata, éste se detecta cuando aún se encuentra en una fase temprana: es pequeño y no se ha extendido más allá de la glándula prostática. Estos hombres suelen tener varias opciones de tratamiento que considerar.
No todos los hombres con cáncer de próstata necesitan ser tratados de inmediato. Si tiene un cáncer de próstata en fase inicial, hay muchos factores, como su edad y su estado de salud general, y la probabilidad de que el cáncer le cause problemas, que debe tener en cuenta antes de decidir qué hacer. También debe pensar en los posibles efectos secundarios del tratamiento y en la probabilidad de que le molesten. Algunos hombres, por ejemplo, pueden querer evitar posibles efectos secundarios como la incontinencia o los problemas de erección durante el mayor tiempo posible. Otros hombres están menos preocupados por estos efectos secundarios y más por eliminar o destruir el cáncer.
Si usted es mayor o tiene otros problemas de salud graves y su cáncer es de crecimiento lento (de bajo grado), puede resultarle útil pensar en el cáncer de próstata como una enfermedad crónica que probablemente no le conducirá a la muerte, pero que puede causar síntomas que desea evitar. Puede pensar más en la espera vigilante o en la vigilancia activa, y menos en los tratamientos que probablemente causen efectos secundarios importantes, como la radiación y la cirugía. Por supuesto, la edad en sí no es necesariamente la mejor razón para su elección. Muchos hombres están en buena forma mental y física a los 70 años, mientras que algunos hombres más jóvenes pueden no estar tan sanos.
Si usted es más joven y por lo demás está sano, podría estar más dispuesto a aceptar los posibles efectos secundarios del tratamiento si le ofrecen la mejor oportunidad de curación. La mayoría de los médicos creen que la cirugía, la radiación externa y la braquiterapia tienen más o menos las mismas tasas de curación para los cánceres de próstata en sus primeras fases. Sin embargo, cada tipo de tratamiento tiene riesgos y beneficios que deben tenerse en cuenta.
La elección entre las opciones de tratamiento se complica aún más por el desarrollo de nuevos tipos de cirugía (como la prostatectomía asistida por robot) y radioterapia (como la radiación por haz de protones) en los últimos años. Muchos de ellos parecen muy prometedores, pero hay muy pocos datos a largo plazo sobre ellos, lo que significa que es difícil comparar su eficacia y sus posibles efectos secundarios. Además, estos tratamientos más recientes sólo pueden realizarse en centros con equipos especializados y médicos capacitados.
Obtener ayuda con las decisiones de tratamiento
Tomar una decisión tan compleja suele ser difícil de hacer por uno mismo. Puede que le ayude hablar con su familia y amigos antes de tomar una decisión. También puede resultarle útil hablar con otros hombres que hayan afrontado o estén afrontando los mismos problemas. La Sociedad Americana del Cáncer y otras organizaciones ofrecen programas de apoyo en los que puede reunirse y discutir estos y otros temas relacionados con el cáncer. Para obtener más información sobre nuestros programas, llámenos gratuitamente al 1-800-227-2345 o consulte Buscar programas y servicios de apoyo.
Es importante saber que la experiencia de cada hombre con el cáncer de próstata es diferente. El hecho de que alguien que conozca haya tenido una buena (o mala) experiencia con un determinado tipo de tratamiento no significa que lo mismo vaya a suceder en su caso.
También puede considerar la posibilidad de obtener más de una opinión médica, incluso de diferentes tipos de médicos. En el caso de los cánceres en fase inicial, es natural que los especialistas en cirugía, como los urólogos, se decanten por la cirugía y que los oncólogos radioterápicos se inclinen más por la radioterapia. Los médicos especializados en los nuevos tipos de tratamiento pueden ser más proclives a recomendar sus terapias. Hablar con cada uno de ellos puede darle una mejor perspectiva sobre sus opciones. Su médico de atención primaria también puede ser de ayuda para decidir qué tratamiento puede ser el adecuado para usted.
Algunas cosas a tener en cuenta a la hora de elegir entre los tratamientos
Antes de decidirse por un tratamiento, estas son algunas de las preguntas que puede plantearse:
- ¿Es usted el tipo de persona que necesita hacer algo con su cáncer, incluso si puede provocar efectos secundarios graves?
- ¿Se sentiría cómodo con la espera vigilante o la vigilancia activa, incluso si esto significa que podría tener más ansiedad y necesitar citas de seguimiento más frecuentes en el futuro?
- ¿Necesita saber de inmediato si su médico pudo extraer todo el cáncer (como resultado de la cirugía)? ¿O se siente cómodo sin saber los resultados del tratamiento durante un tiempo (como ocurre con la radioterapia) si eso significa no tener que operarse?
- ¿Prefiere ir con la tecnología más novedosa (como la cirugía robótica o la radioterapia de haz de protones), que podría tener algunas ventajas? ¿O prefiere recurrir a tratamientos mejor probados con los que los médicos puedan tener más experiencia?
- ¿Qué efectos secundarios potenciales del tratamiento (incontinencia, impotencia, problemas intestinales) podrían resultarle más angustiosos?
- ¿Qué importancia tienen para usted cuestiones como la cantidad de tiempo que se pasa en el tratamiento o la recuperación?
- Si su tratamiento inicial no tiene éxito, ¿cuáles serían sus opciones en ese momento?
A muchos hombres les resulta muy estresante tener que elegir entre opciones de tratamiento, y tienen mucho miedo de elegir la «equivocada». En muchos casos, no existe la mejor opción, por lo que es importante tomarse su tiempo y decidir qué opción es la adecuada para usted.