La parte inferior de la pierna está dividida en cuatro compartimentos por la membrana interósea de la pierna, el tabique intermuscular anterior, el tabique intermuscular transversal y el tabique intermuscular posterior.
Cada compartimento contiene tejido conectivo, nervios y vasos sanguíneos. Los tabiques están formados por la fascia, que está constituida por un tipo de tejido conectivo fuerte. La fascia también separa los músculos esqueléticos del tejido subcutáneo. Debido a la gran presión ejercida sobre la pierna, por la columna de sangre desde el corazón hasta los pies, la fascia es muy gruesa para sostener los músculos de la pierna. El grosor de la fascia puede dar problemas cuando cualquier inflamación presente en la pierna tiene poco espacio para expandirse. Los vasos sanguíneos y los nervios también pueden verse afectados por la presión causada por la hinchazón de la pierna. Si la presión es lo suficientemente grande, puede bloquearse el flujo sanguíneo al músculo, lo que da lugar a una afección conocida como síndrome compartimental. Los daños graves en el nervio y los vasos sanguíneos que rodean un músculo pueden hacer que éste muera y que sea necesaria la amputación.