Cómo Madonna se convirtió en «La Reina del Pop»
Madonna, la artista a la que a menudo se hace referencia como la «Reina del Pop», nació como Madonna Louise Ciccone (¡vean que su nombre artístico es legítimo!) el 16 de agosto de 1958, en Bay City, Michigan. Desde unos comienzos relativamente humildes, Madonna se acercó a la industria de la música a su manera y acabó, bueno… «¡La Reina del Pop!». Hasta cierto punto, siguió el consejo de P.T. Barnum en el sentido de que utilizó los medios de comunicación para darse a conocer e ignoró las polémicas que a menudo dejaba a su paso. Se convirtió en un icono internacional en los años 80 con sus canciones de éxito, sus tendencias de estilo y sus polémicos vídeos musicales. Conocida por traspasar los límites y reinventar su música e imagen, fue considerada una de las figuras más provocativas de los años 80.
Madonna se trasladó a Nueva York en 1978 para seguir una carrera de bailarina. Sin embargo, se estableció como cantante y fue contratada por Sire Records en 1982. Ese mismo año, Sire lanzó su sencillo «Everybody» y, debido a su éxito, la discográfica publicó su álbum debut de larga duración con el mismo título en 1983. Producido por el legendario John «Jellybean» Benítez, el álbum generó las exitosas canciones «Holiday», que alcanzó el número 16 de la lista «Hot 100» de Billboard, y «Lucky Star», que aterrizó en esa posición poco después. Fue un comienzo sólido para la recién llegada.
El segundo álbum de Madonna, «Like a Virgin», fue publicado por Sire a finales de 1984. Grabado en el famoso estudio Power Station de Nueva York, su segundo álbum fue producido por el legendario Nile Rodgers. El álbum consolidó su estatura como una prometedora creadora de éxitos, con cinco sencillos en las listas de éxitos internacionales y cuatro de los cinco ocupando los 10 primeros puestos en el «Hot 100» de Billboard. Su canción «Angel» no entró en la lista por razones técnicas. La canción que da título al álbum acabó siendo su primer número uno. Este álbum icónico demostró a los críticos que Madonna no era una maravilla de un solo éxito y no sólo consolidó su rápido ascenso al estatus de icono, sino que también fue su primer álbum número uno en la lista Billboard «200». También la convirtió en la primera mujer en Estados Unidos en vender más de cinco millones de copias de un disco.
Su álbum de 1986, «True Blue», estaba dedicado a su entonces marido Sean Penn. Ella coescribió y produjo todo el álbum con Stephen Bray y Patrick Leonard. Todas las canciones son muy personales en su vida, como los éxitos «Live to Tell» y «True Blue». También abordó el tema social del embarazo adolescente con «Papa Don’t Preach». El álbum fue aclamado por la crítica, ya que los críticos consideraron que Madonna había crecido musicalmente y era más fuerte vocalmente.
Su cuarto álbum de estudio, «Like a Prayer», fue su último lanzamiento en los años 80. De nuevo, coescribió y produjo todas las canciones con Bray y Leonard y añadió a Prince a su equipo. La crítica lo calificó como su disco más personal e introspectivo hasta la fecha y Madonna admite que la mayoría de las canciones trataban sobre su madre, que murió cuando Madonna tenía sólo cinco años.
Pero, como la mayoría de los grandes artistas de los 80, se trataba de algo más que la música. En la industria musical, el estilo y la moda eran fundamentales para el éxito de un músico. El look y el estilo de vestir de Madonna se convirtieron en una de las tendencias de moda femenina más populares de la época. Creado por la estilista y diseñadora de joyas Maripol, su look de principios de los 80 consistía en tops de encaje, faldas sobre pantalones capri, medias de rejilla, joyas con el crucifijo, brazaletes, diademas de encaje y pelo decolorado y desordenado con raíces oscuras.
A mediados de los 80, su look para el lanzamiento del álbum «True Blue» reflejaba un estilo callejero de los años 50, con chaquetas de cuero, pelo cortado y un look de «chica mala». En 1989, Madonna reinventó su look una vez más y adoptó un estilo de zorra sexy para coincidir con el lanzamiento de su álbum «Like a Prayer».
La carrera de Madonna ha tenido su cuota de controversia, pero es un genio de la mercadotecnia que la ha utilizado a su favor. En 1984, en los MTV Music Video Awards, a Madonna se le salió el tacón mientras estaba en el escenario interpretando «Like a Virgin» estando de novia. Para cubrirse, Madonna empezó a retorcerse en el escenario y el público lo interpretó como si estuviera representando a una mujer que pierde la virginidad en su noche de bodas. Los críticos pensaron que esto acabaría con su carrera, pero este «percance» es considerado por muchos, el momento que la lanzó al estrellato internacional.
En su vídeo «Papa Don’t Preach» de 1986, Madonna interpreta a una adolescente embarazada y soltera, que quiere quedarse con su bebé. La canción, de gran carga política, causó una gran controversia tanto en los campos pro-aborto como en los antiaborto. Planned Parenthood calificó la canción de antiabortista, mientras que los católicos consideraron que promovía el sexo fuera del matrimonio. La pobre Madonna no pudo ganar en este caso, ya que ambos bandos consideraron que el vídeo era inapropiado.
El vídeo musical de «Like a Prayer» suscitó una controversia religiosa por el uso de los estigmas y las cruces en llamas. Los católicos se indignaron por una secuencia onírica en la que Madonna hace el amor con un santo. El Vaticano condenó el vídeo, lo que hizo que Pepsi cancelara el contrato de patrocinio de Madonna. El primer y único anuncio de Pepsi de Madonna estaba ambientado en el exitoso single, pero la controversia hizo que Pepsi emitiera el anuncio sólo una vez. El alboroto no afectó a Madonna: la canción fue un éxito y ella ganó 5 millones de dólares con ese único anuncio, ¡no es un mal sueldo!
Madonna es una de las artistas femeninas más vendidas de todos los tiempos según el Guinness World Records, habiendo vendido más de 300 millones de discos en todo el mundo. Se convirtió en la reina del pop en los años 80, pero los 90 también fueron buenos para ella. Incluso hoy en día, casi 40 años después, su influencia en la música, el arte y la moda sigue repercutiendo en una gran variedad de artistas.
Mark Burton es el visionario fundador y director general de Pop-Daze Entertainment. Antes de crear el Universo Pop-Daze, era abogado y socio de una empresa de capital privado. Su amor por la música heredada le llevó a dejar el mundo de las finanzas y encontrar su propio nicho en la industria musical. En última instancia, es responsable de todos los aspectos de su experiencia y siempre le gusta escuchar a los «Dazers». Cabe señalar que, aunque toca la batería, no es muy bueno en ella, ¡todavía! Se le puede localizar en [email protected].
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