Al menos una vez al año, debe limpiar, acondicionar y reparar sus muebles de mimbre del patio para asegurarse de que sus piezas favoritas estén listas para ser usadas este verano-y por muchas temporadas más. Utilice estos sencillos consejos y pasos de Cathryn Peters, creadora de The Wicker Woman, para mantener todas las piezas de su porche en perfecto estado.
Manténgalo seco.
A pesar de su popularidad en los ambientes exteriores, el mimbre natural (tejido con materiales como el ratán, el sauce, la caña y la hierba marina) no se lleva bien con la lluvia; demasiada humedad puede debilitar las fibras, aflojar las juntas y levantar la pintura. Mantén estas piezas bajo un porche cubierto, pero no pegadas a una pared, donde puede quedar atrapada la humedad.
Límpialas con regularidad.
La suciedad se acumula rápidamente en todos esos recovecos. Para limpiar un mueble de mimbre natural, elimine el polvo con el accesorio de cepillo de la aspiradora y luego pase un trapo húmedo por el mueble. Si hay derrames, suciedad o savia del árbol, restriegue con un cepillo de cerdas suaves humedecido en jabón suave para platos y agua tibia o en jabón de aceite Murphy.
Cuidado con el sol.
Incluso con un cuidado regular, los muebles de exterior pueden parecer desgastados con el tiempo. La luz del sol provoca la decoloración y el agrietamiento del mimbre natural, por lo que hay que girar las sillas y las mesas de vez en cuando para igualar la exposición. También puede aplicar una pieza con aceite de limón cada pocos meses para acondicionar sus fibras.