La luz se compone en realidad de un espectro de colores, cada uno con una frecuencia diferente. Una forma de ver el espectro de colores es utilizar un prisma para dividir la luz.
¿Qué es un prisma?
Un prisma es un bloque triangular de vidrio o plexiglás que divide la luz en los colores que la componen.
Cuando la luz entra en un prisma se refracta. Cada color del espectro se refracta en una cantidad diferente, lo que significa que los colores se dispersan (se extienden) permitiéndote verlos.
Un prisma es una gran manera de demostrar visualmente que la luz blanca se compone en realidad de 7 colores diferentes.
Cómo dividir la luz blanca con un prisma
Qué necesitas para dividir la luz
Prisma triangular
Cartulina blanca
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Hoja grande de papel blanco
Cartulina de color oscuro
Cinta o pegamento
Bandeja grande u hoja de cartulina gruesa
Cómo usar un prisma
En un día soleado esta es una buena forma de dividir la luz con un prisma.
Usa la tarjeta oscura para crear una hendidura sobre una hoja de tarjeta blanca. Coloca la tarjeta de manera que la luz del sol brille a través de ella dando un fino haz de luz.
Coloca el prisma sobre la luz y gíralo hasta que puedas ver la luz dividida en el espectro de colores.
¿Por qué un prisma divide la luz?
La luz blanca, que entra en el prisma, es una mezcla de diferentes frecuencias, que se doblan («refractan») de forma diferente al pensar en el prisma, lo que permite verlas por separado.
