El sebo es la grasa producida por las glándulas sebáceas. Estas glándulas se encuentran en casi todo el cuerpo, excepto en las palmas de las manos y las plantas de los pies. Son especialmente grandes y abundantes en la barbilla, la frente y la mitad de la espalda. También hay muchas glándulas sebáceas en el cuero cabelludo. El sebo producido por estas glándulas ayuda a mantener el cabello hidratado de forma natural. Sin embargo, la producción excesiva de sebo puede provocar brotes de acné y un cabello demasiado graso. La producción de sebo disminuye a medida que la persona envejece. Hay varias formas de reducir el sebo en la piel y el cuero cabelludo.
Usa un limpiador sin aceite unas dos veces al día para lavarte la cara. No utilice jabón, ya que puede resecar la piel y provocar una mayor producción de sebo.
Utilice un gel medicado que contenga al menos un dos por ciento de ácido salicílico. Los geles con ácido salicílico ayudan a absorber el exceso de grasa y a eliminar las células muertas de la piel que pueden obstruir los poros. Aplique una fina capa del gel en las zonas con mayor producción de sebo al menos una vez al día.
Tome suplementos de vitamina A para frenar la producción de sebo. La dosis diaria recomendada es de unas 700 a 900 UI. Tomar más de la dosis recomendada puede provocar dolores de cabeza y otros problemas médicos. Utilice estos suplementos hasta que la producción de sebo se haya reducido, y luego reduzca su consumo a la mitad.
Enjuague el cabello y el cuero cabelludo con zumo de limón para eliminar el sebo de la cabeza. Mezcla media taza de zumo de limón con una taza de agua y aplícalo por todo el cuero cabelludo y el cabello. El contenido ácido del limón neutralizará el sebo, pero no resecará la piel.
Consejos
-
Frota una rodaja de limón o pepino en la cara para absorber el exceso de sebo.
-
Aumenta tu consumo de vitamina A de forma natural comiendo más huevos, zanahorias, tomates, productos lácteos y verduras de hoja verde.
.