Bursitis calcánea superficial

Causas

La principal causa directa de la bursitis calcánea superficial es el exceso de fricción o roce con la piel que se encuentra sobre el tendón de Aquiles. Las causas de esta fricción pueden ser: un traumatismo directo o una lesión en la bursa; correr demasiado, caminar o realizar otro tipo de actividad física; llevar un calzado mal ajustado, especialmente tacones altos; realizar con regularidad una actividad que implique contradicciones repetitivas en la pantorrilla, como bailar, escalar o remar.

Síntomas

Los dos principales síntomas de la bursitis calcánea superficial son el dolor y la hinchazón. Si usted tiene bursitis calcánea superficial, puede experimentar un dolor intensificado después de la actividad física, o en la mañana después de la actividad física. La afección puede provocar una inhibición de los movimientos en el día a día y dar lugar a una cojera. El mayor dolor puede sentirse en la zona que está directamente encima de la bursa.

La bursitis calcánea superficial puede hacer que el talón se hinche y se enrojezca mucho. A su vez, esto puede provocar más problemas para calzarse y molestias al llevarlos.

Tratamiento

Se pueden realizar una serie de pruebas para diagnosticar la bursitis calcánea superficial. Entre ellas se encuentran la radiografía, la ecografía y la resonancia magnética.

Los tratamientos no quirúrgicos se consideran en primer lugar cuando se trata de la bursitis calcánea superficial. Estos incluyen: tratamiento indirecto con hielo, utilizando una bolsa o toalla, cuando los síntomas dolorosos de la bursitis calcánea superficial se intensifican; reposo, incluyendo la evitación de deportes de alto impacto y otras actividades que se sabe que desencadenan los síntomas dolorosos de la bursitis calcánea superficial, y el cambio a deportes con menos impacto en el talón, como la natación; evitar el calzado que desencadena los síntomas, como los tacones altos; un calzado modificado, que puede incluir un acolchado más blando en el talón para aliviar el dolor; ejercicios de estiramiento en casa, que pueden servir para aumentar la amplitud de movimiento en el talón y el pie; y programas de fisioterapia que incluyan ejercicios para lograr una corrección biomecánica, y para fortalecer los músculos alrededor del talón, mejorando también la flexibilidad y la amplitud de movimiento.

Los medicamentos que pueden prescribirse para la bursitis calcánea superficial incluyen analgésicos como el paracetamol, así como antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno.

Los geles antiinflamatorios pueden utilizarse para tratar la bursitis calcánea superficial. Cuando se aplican sobre la piel pueden reducir la inflamación.

Ocasionalmente se aconseja una intervención quirúrgica como tratamiento de la bursitis calcánea superficial. En estos casos, la intervención quirúrgica podría ser un procedimiento centrado en la extirpación de la bursa inflamada.

Como ocurre con todas las cirugías del pie, es habitual que la hinchazón persista durante algunos meses después de la cirugía y es completamente normal. Esta hinchazón acabará remitiendo por completo con el tiempo y puede tardar hasta 12 meses, pero a menudo desaparece antes.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.