Bultos y lesiones mamarias

  • Introducción
  • Incidencia de los bultos y lesiones mamarias
  • Causas de los bultos mamarios
  • Historia
  • .

  • Examen
  • Investigaciones
  • Tratamiento

Introducción

Los bultos en las mamas son una queja muy común para las mujeres de todas las edades. Los bultos en las mamas pueden aparecer de forma espontánea o gradual y pueden ir acompañados de otros síntomas como dolor en las mamas, cambios en la piel o cambios en el pezón. Un bulto mamario puede ser perceptible o no para la paciente; el tejido mamario normal puede ser bastante abultado en algunas mujeres y algunos bultos pueden ser pequeños o estar situados en la profundidad de la mama. Las pruebas especiales, como la mamografía, suelen detectar bultos en las mamas que no se pueden palpar. Más del 90% de los bultos en las mamas están causados por enfermedades mamarias benignas, una serie de afecciones no cancerosas. Si está preocupada por un bulto en la mama, acuda a un médico para que le haga un examen más exhaustivo.

Incidencia de los bultos y las lesiones mamarias

Los bultos en la mama son un hallazgo común en mujeres de todas las edades, pero son especialmente frecuentes durante los años reproductivos (desde la primera menstruación hasta la menopausia). Un estudio examinó a mujeres de entre 40 y 69 años que se presentaban con molestias en las mamas; el 40% de ellas eran por bultos o protuberancias en las mamas. En las que se quejaban de un bulto, se encontró cáncer de mama en el 11% de las pacientes.

El cáncer de mama es el más común entre las mujeres australianas (excluyendo los cánceres de piel) y constituye el 27,7% de todos los diagnósticos de cáncer en mujeres. En Australia, cada día se diagnostican 35 mujeres con cáncer de mama. Las tasas de cáncer de mama son más altas en el grupo de edad de 60 a 64 años, pero pueden afectar a mujeres de todas las edades. Dos de cada tres cánceres de mama se diagnostican en mujeres de 40 a 69 años. A los 75 años, 1 de cada 11 mujeres australianas será diagnosticada de cáncer de mama. Aunque la investigación sobre el cáncer de mama en las mujeres indígenas es más limitada, tienen la mitad de probabilidades de ser diagnosticadas de cáncer de mama que las mujeres no indígenas.

Causas de los bultos en las mamas

Causas benignas de los bultos en las mamas

Tener un bulto en las mamas no significa automáticamente que una paciente tenga cáncer de mama, ya que sólo el 11% de las personas que presentan bultos en las mamas resultan tener cáncer de mama. Además, muchos cánceres de mama están localizados y pueden tratarse eficazmente si se diagnostican a tiempo. La mayoría de los nódulos mamarios son enfermedades mamarias benignas, una serie de afecciones que pueden causar nódulos mamarios pero que no son cancerosas. Sin embargo, algunas enfermedades mamarias benignas se asocian a un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer en el futuro, en función del historial médico, los antecedentes familiares y los factores de riesgo de la paciente. Acuda a su médico para que le aconseje y le realice las investigaciones oportunas sobre un bulto en la mama.

Las siguientes enfermedades son causas comunes y benignas de bultos en las mamas y no aumentan el riesgo de cáncer de mama en el futuro.

  • Quiste mamario: la obstrucción de los conductos mamarios crea un pequeño saco lleno de líquido; son frecuentes en la época de la menopausia. A veces pueden ser dolorosos, y se controlan fácilmente mediante el drenaje con una aguja;
  • Mastitis – normalmente debido a una infección, el pecho desarrolla una zona de inflamación que puede ser dura, roja o sensible. Son comunes durante la lactancia y pueden ir desde infecciones simples hasta abscesos complicados que requieren un tratamiento agresivo. Las mastitis que no responden al tratamiento deben investigarse más a fondo con una biopsia para asegurar el diagnóstico correcto;
  • Lipoma – un tumor benigno de células grasas que puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. Son comunes y generalmente blandos e indoloros.

Algunas enfermedades benignas de la mama no son en sí mismas cancerosas, pero pueden conllevar un ligero aumento del riesgo de cáncer de mama en el futuro. El nivel de este riesgo depende de los antecedentes médicos y familiares de la paciente. Entre ellas se incluyen:

  • Fibroadenomas: áreas de crecimiento excesivo del tejido mamario normal debido a la estimulación hormonal que son comunes en mujeres jóvenes. Generalmente son indoloros, blandos y móviles. Se extirpan si miden más de 2 cm, crecen rápidamente o causan molestias a la paciente;
  • Papiloma intraductal: tumores benignos del tejido que recubre los conductos lácteos de la mama. Pueden ser únicos o múltiples y pueden provocar una secreción de líquido por el pezón. No suelen estar asociados al cáncer y se observan con mayor frecuencia en mujeres de entre 30 y 50 años;
  • Adenomas tubulares – tumores benignos de las células de las glándulas mamarias, son poco frecuentes pero más comunes en mujeres jóvenes;
  • Tumor filoideo – tumores poco frecuentes del tejido mamario que pueden ser difíciles de diagnosticar. Su aspecto es similar al de los fibroadenomas, pero tienen una mayor tendencia a reaparecer. En raras ocasiones, un tumor Phyllodes puede ser canceroso y extenderse a tejidos distantes, por lo que se extirpa quirúrgicamente si se diagnostica.

Muchas otras enfermedades raras pueden presentarse como un bulto en la mama. Para más información, consulte a su médico de cabecera.

Causas malignas de los bultos en las mamas

El cáncer de mama es el cáncer más frecuente en las mujeres (excluyendo los cánceres de piel) y la segunda causa de muerte por cáncer en las mujeres. Los principales factores de riesgo para el desarrollo del cáncer de mama incluyen la edad, la edad de la primera menstruación, la edad del primer parto, los factores hormonales, los antecedentes familiares y los antecedentes de biopsias de mama anormales.

El cáncer de mama puede presentarse primero como un bulto mamario palpable (puede sentirse presionando una mano en el lugar) y puede ser indoloro. Cualquier cambio en el aspecto de la mama o de la piel, la secreción del pezón, la inversión del pezón y el dolor en la mama deben comunicarse a su médico de cabecera para que los investigue.

El cáncer de mama se clasifica a grandes rasgos como ductal (originado en los conductos lácteos del interior de la mama) o lobular (originado en el tejido mamario que rodea los conductos). El cáncer de mama viene precedido de una serie de etapas de cambio celular; las células mamarias normales adoptan una forma anormal (hiperplasia atípica), se convierten en áreas localizadas de células cancerosas (carcinoma in situ) y luego en un cáncer de mama franco que puede extenderse a otras zonas del cuerpo. Estos cambios también se clasifican por la zona (ductal o lobular), de ahí los términos carcinoma ductal in situ (CDIS) y carcinoma lobular in situ (CLIS). Aproximadamente el 80% de los cánceres de mama son de origen ductal y el 12% son lobulillares, mientras que el resto de los casos están compuestos por las causas más raras de cáncer de mama.

Los tipos raros de cáncer de mama incluyen el linfoma de mama, la propagación del cáncer desde otros tejidos a la mama (como el cáncer de intestino delgado) o los cánceres de los vasos sanguíneos dentro de la mama (angiosarcoma mamario).

Historia

Aunque muchos bultos en la mama no son cáncer de mama, todas las pacientes que presentan un bulto en la mama deben ser investigadas a fondo para excluir esta posibilidad. En el caso de un nuevo bulto en la mama, su médico realizará una historia clínica y un examen físico completo. Su médico también puede indicarle cómo realizar una autoexploración mamaria.

Las preguntas importantes que le hará su médico incluyen:

  • La localización, el tamaño y el número de bultos en las mamas;
  • Cuándo y cómo se notó el bulto por primera vez;
  • Cualquier hinchazón, dolor o sensibilidad del bulto;
  • Cualquier cambio de tamaño o síntomas en relación con su ciclo menstrual;
  • Cualquier otro síntoma en las mamas, incluyendo sensibilidad, dolor, retracción o inversión del pezón, inflamación, secreción del pezón o cambios en la piel (enrojecimiento, hinchazón o fruncimiento de la piel);
  • Otros síntomas como fiebre, pérdida de peso, pérdida de apetito;
  • Cualquier factor de riesgo de cáncer de mama, incluyendo la edad, los antecedentes familiares, la edad de la primera menstruación, el número de embarazos, el uso de terapia hormonal sustitutiva, la obesidad, el consumo excesivo de alcohol y la exposición a la radiación;
  • Una historia médica anterior significativa, incluyendo antecedentes de bultos o problemas mamarios, cáncer de mama o cáncer infantil;
  • Toma de medicamentos, en particular el uso de medicamentos hormonales;
  • Historia menstrual (último período menstrual normal, regularidad del ciclo menstrual, duración del ciclo, dismenorrea, menstruación inusual o anormal, síntomas premenstruales); y
  • Su historia familiar, es decir; familiares con problemas de mama o cáncer de mama.

Examen

Un examen completo de las mamas debe incluir ambas mamas, los pezones y los ganglios linfáticos circundantes, así como un examen general exhaustivo. El objetivo de la exploración es detectar cualquier signo que sugiera la existencia de un cáncer de mama u otras afecciones mamarias. El examen clínico debe evaluar el tamaño, la forma, la consistencia, la movilidad y la sensibilidad del bulto mamario, la naturaleza del tejido mamario y la presencia de cualquier ganglio linfático palpable. Palpar un bulto mamario puede ser todo un reto, ya que todas las mamas tienen combinaciones variables de glándulas, tejido fibroso y grasa, y muchas mujeres tienen mamas naturalmente abultadas.

Para más información, consulte Anatomía de la mama.

Investigaciones

Después de una anamnesis y un examen físico exhaustivos, su médico puede remitirla a pruebas especiales para determinar la causa del bulto en la mama. El uso de varias investigaciones depende de la historia y los resultados del examen. Por ejemplo, la mamografía es una investigación menos eficaz en mujeres jóvenes. El objetivo de estas investigaciones es separar con precisión las enfermedades mamarias benignas de las malignas.

Mamografía

Una mamografía utiliza rayos X de baja energía para obtener imágenes de la mama. En el caso de una mujer de más de 30 años que presente un nuevo bulto en la mama, la mamografía es una primera investigación adecuada. También se utiliza en el cribado del cáncer de mama para detectar bultos que no se pueden palpar. Aunque una mamografía puede identificar características sospechosas en un bulto mamario, no puede determinar si un bulto es benigno o no.

La ecografía

Es una primera investigación adecuada para las mujeres menores de 30 años o embarazadas que tienen un bulto en la mama. También es útil en pacientes con un bulto mamario palpable y un resultado de mamografía anormal. La ecografía puede demostrar si una masa es quística o sólida y también puede utilizarse para guiar la aspiración (por ejemplo, para el tratamiento de un quiste mamario) o la biopsia.

Resonancia Magnética Mamaria (RMN)

En el caso de hallazgos de imagen inciertos, la RMN puede utilizarse para obtener imágenes de la mama. Sin embargo, no se utiliza de forma rutinaria debido al elevado número de resultados falsos positivos.

Muestra de tejido – Aspiración con aguja fina (AAF)

La toma de una muestra de tejido de un bulto mamario permite un diagnóstico más definitivo, ya que las células pueden examinarse directamente. La aspiración con aguja fina (AAF) es un procedimiento menor, en el que se utiliza anestesia local para adormecer una zona del tejido mamario y se inserta una aguja de AAF en el bulto mamario y se extrae el émbolo de la jeringa (se aspira) para obtener una muestra de células. La muestra de tejido o líquido tomada puede examinarse para detectar la presencia de cualquier célula cancerosa. La FNA también puede utilizarse para tratar un quiste mamario, aspirando el líquido del interior del propio quiste.

Muestra de tejido – Biopsia con aguja gruesa (CNB)

La biopsia con aguja gruesa (CNB) es un procedimiento más invasivo que la FNA, pero es superior a ésta en la detección del cáncer de mama. Utiliza una aguja hueca de mayor tamaño que permite un mejor muestreo del tejido dentro del bulto, que luego puede examinarse para detectar su malignidad. La BNC se realiza con la ayuda de una mamografía o una ecografía para garantizar que la muestra del bulto sea precisa.

Tratamiento

El tratamiento adecuado de un bulto en la mama requiere el uso de la historia clínica, la exploración y las investigaciones para establecer un diagnóstico probable. Aunque son comunes, las enfermedades mamarias benignas siempre deben investigarse a fondo hasta que se pueda excluir con seguridad el cáncer de mama.

La «prueba triple» es una combinación de examen físico, imágenes mamarias (normalmente mamografía) y biopsia (FNA o CNB) para calcular una puntuación de prueba triple. Las puntuaciones de la prueba triple pueden separar de forma fiable las causas benignas de las malignas de los bultos mamarios. La triple prueba es esencial para las mujeres con un bulto en la mama. Una vez que se confirma que el bulto es benigno, puede no ser necesario un tratamiento específico. Se recomienda la vigilancia continua de un bulto mamario para poder detectar cualquier cambio en el bulto lo antes posible.

Si se confirma que un bulto de mama presenta características malignas, el tratamiento más adecuado depende del grado de invasión local y de si las células cancerosas se han extendido a otras zonas del cuerpo. Esto suele requerir el uso de otras investigaciones, como un TAC o una biopsia de los ganglios linfáticos.

El tratamiento adecuado para el cáncer de mama depende del tipo y el estadio del cáncer, así como de la edad, la salud y los deseos de las pacientes. Por lo general, el tratamiento del cáncer de mama temprano y localizado puede consistir en una intervención quirúrgica (como una tumorectomía o una mastectomía) y/o radioterapia. Si las células cancerosas se han extendido a otras zonas, el tratamiento también puede incluir agentes quimioterapéuticos u otros medicamentos. Sin embargo, la elección, el momento, las desventajas y las ventajas de las diversas estrategias de tratamiento dependen de las circunstancias individuales de cada paciente y deben ser discutidas en detalle con su médico tratante.

Este artículo fue amablemente revisado por la profesora de Winthrop Christobel Saunders.

Más información

Para obtener más información sobre el cáncer de mama, los tipos de cáncer de mama y sus investigaciones y tratamientos, así como algunos vídeos útiles, consulte

Cáncer de mama.

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