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El Día de San Valentín no es el único evento relacionado con el corazón en el calendario de febrero. También es el Mes Americano del Corazón, una campaña anual de concienciación sobre las enfermedades cardiovasculares.

Las enfermedades cardiovasculares, incluidos los accidentes cerebrovasculares, los infartos de miocardio y la hipertensión arterial, son las más mortíferas del mundo. En Estados Unidos, las enfermedades del corazón son la primera causa de muerte de hombres y mujeres, con 375.000 muertes solo en 2011. Las enfermedades del corazón se cobran una vida en Estados Unidos cada 40 segundos.

Según la Asociación Americana del Corazón, el 80% de los casos se atribuyen a factores prevenibles. Los cambios en el estilo de vida -como dejar de fumar, hacer ejercicio con regularidad y comer de forma saludable- pueden disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y son importantes para la prevención. Pero aquí hay una estrategia que podría sorprenderle: La hidratación. En serio. La deshidratación crónica no es buena para el corazón.

1. La deshidratación hace que el corazón trabaje más

La deshidratación provoca un descenso del volumen sanguíneo y hace que la sangre -que es principalmente agua- se espese. En consecuencia, a medida que el volumen disminuye, también lo hace nuestra presión arterial, que es una razón por la que nos mareamos y nos aturdimos cuando estamos deshidratados. Para compensar, el cuerpo contrae los vasos sanguíneos y aumenta la frecuencia cardíaca para mantener la presión arterial.

En pocas palabras, la deshidratación obliga al corazón a bombear sangre más espesa a través de los vasos sanguíneos contraídos, y la frecuencia cardíaca aumenta como resultado.

2. Una hidratación adecuada puede reducir el riesgo de ataque cardíaco

Un estudio de 2002 exploró la relación entre la hidratación y el riesgo de enfermedad cardíaca coronaria fatal (CDH) en adultos. Los resultados fueron significativos, ya que el estudio demostró que beber 5 o más vasos de agua al día se asociaba a tasas más bajas de cardiopatía coronaria.

De hecho, el estudio descubrió que mantenerse correctamente hidratado reducía el riesgo de cardiopatía coronaria en un 46 por ciento en los hombres y en un 59 por ciento en las mujeres.

3. La deshidratación es un factor de riesgo probable de accidente cerebrovascular

Los accidentes cerebrovasculares se producen cuando la sangre no puede fluir libremente al cerebro, y son extremadamente peligrosos. En Estados Unidos, el ictus es la principal causa de discapacidad en los adultos y la quinta causa de muerte.

Un estudio de 2009 demostró que la mayoría de los pacientes ancianos con ictus ingresados en un hospital tenían una osmolalidad plasmática elevada, lo que es un signo de bajo volumen sanguíneo y deshidratación. Además, otro estudio, llevado a cabo por la Asociación Americana del Corazón, concluyó que «la deshidratación parece ser común en los pacientes con ictus hospitalizados y se asocia con un ictus grave y malos resultados».

DripDrop es una bebida electrolítica formulada por el médico que está diseñada para ayudar a prevenir y revertir la deshidratación.

Chan, J., Knutsen, S. F., Blix, G. G., Lee, J. W., & Fraser, G. E. (2002). Water, Other Fluids, and Fatal Coronary Heart Disease The Adventist Health Study. American journal of epidemiology, 155(9), 827-833.
Rodríguez, G. J., Cordina, S. M., Vázquez, G., Suri, M. F. K., Kirmani, J. F., Ezzeddine, M. A., & Qureshi, A. I. (2009). La influencia de la hidratación en el riesgo de accidente cerebrovascular (THIRST) estudio. Neurocritical care, 10(2), 187-194.
Rowat, A., Graham, C., & Dennis, M. (2012). Deshidratación en pacientes con ictus ingresados en el hospital Detección, frecuencia y asociación. Stroke, 43(3), 857-859.

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