Biografía del Papa Benedicto XVI

El Papa Benedicto XVI

Ratzinger fue elevado al papado el 19 de abril de 2005, tras la muerte del Papa Juan Pablo II, y celebró su misa de investidura cinco días después. Conocido por sus rígidas opiniones sobre el catolicismo, buscó una imagen más inclusiva como Papa.

En 2008, Benedicto realizó su primera visita como Papa a Estados Unidos, donde se pronunció contra los abusos sexuales del clero y pronunció un discurso en las Naciones Unidas. Ese mismo año, para fomentar las relaciones y el entendimiento entre religiones, Benedicto se dirigió al primer Foro Católico-Musulmán, una conferencia de tres días de teólogos católicos y eruditos islámicos.

En 2010, las acusaciones de abusos sexuales y físicos por parte de párrocos y en escuelas parroquiales -sobre todo en Alemania, Irlanda y Estados Unidos- pusieron a Benedicto, y su papel en los casos de Alemania en particular, bajo un estrecho escrutinio de los medios de comunicación. En una carta pastoral, Benedicto reprendió a los obispos de la Iglesia irlandesa por su falta de liderazgo. El Vaticano también denunció la acusación de que, como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Benedicto había sido responsable de la política del Vaticano de encubrir los casos de abuso sexual, declarando que su manejo de los casos mostró «sabiduría y firmeza.»

Renuncia

En febrero de 2013, a la edad de 85 años, el papa Benedicto XVI anunció que renunciaría el 28 de febrero de 2013 – convirtiéndose en el primer papa en siglos en renunciar a su cargo.

Según varios medios de comunicación, la decisión de Benedicto se centró en su avanzada edad y en su debilidad física y mental. En una declaración, el Papa explicó: «He llegado a la certeza de que mis fuerzas, debido a una edad avanzada, ya no son aptas para un ejercicio adecuado.» Continuó diciendo: «En el mundo actual, sometido a tantos cambios rápidos y sacudido por cuestiones de profunda relevancia para la vida de la fe, para gobernar la corteza de San Pedro y anunciar el Evangelio, son necesarias tanto la fuerza de la mente como la del cuerpo, fuerza que en los últimos meses se ha deteriorado en mí hasta el punto de tener que reconocer mi incapacidad para cumplir adecuadamente el ministerio que se me ha confiado… Por ello, y bien consciente de la gravedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de obispo de Roma, sucesor de San Pedro.»

Benedicto cumplió su último día como Papa el 28 de febrero de 2013. Viajando en helicóptero, partió del Vaticano hacia la residencia papal de verano en Castel Gandolfo, Italia. Benedicto se quedó allí mientras se hacían las renovaciones en un convento, Mater Ecclesiae, en la esquina suroeste de la Ciudad del Vaticano, que se convirtió en su residencia.

Uno de los últimos actos de Benedicto como Papa fue un tuit a sus seguidores de Twitter. «Gracias por vuestro amor y apoyo. Que siempre experimentéis la alegría que supone poner a Cristo en el centro de vuestras vidas.» Seguirá siendo conocido como Benedicto XVI en su jubilación y se le ha otorgado el título de papa emérito.

Jubilación

Aunque Benedicto no tiene más obligaciones administrativas u oficiales y rara vez aparece en público, sí se unió al papa Francisco el 8 de diciembre de 2015, cuando abrió de un empujón las grandes puertas de bronce de la basílica de San Pedro para lanzar su Año Santo de la Misericordia. Benedicto entró por la puerta justo después de Francisco, sorteando con cautela los dos escalones con la ayuda de un bastón y de su veterano asistente. El Papa Francisco pareció sorprendido por la fragilidad de Benedicto cuando lo vio en la Puerta Santa, y pidió a la multitud de peregrinos en la plaza que enviaran sus oraciones por su «buena salud». La multitud respondió con vítores y aplausos.

Salud

En una carta pública escrita en febrero de 2018, Benedicto afirmó que se acercaba al final de su vida. «Solo puedo decir que, con el lento menguar de mis fuerzas físicas, estoy peregrinando hacia casa», escribió, añadiendo: «Es un gran regalo para mí estar rodeado, en este último tramo de este camino a veces fatigoso, de un grado de amor y buena voluntad que nunca hubiera podido imaginar».

Libros

Benedicto ha escrito un total de 66 libros. Entre ellos, Introducción al cristianismo (1968); Llamados a la comunión: Comprender la Iglesia hoy (1996); El espíritu de la liturgia (2000); Jesús de Nazaret (2007); Jesús de Nazaret, Vol. II (2012); y Último testamento: En sus propias palabras (2016).

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