El fin de la inocencia tiene muchas formas. Puede ser la primera vez que escuchaste a tu padre decir una palabra obscena. Tal vez fue la vez que tu mejor amigo se mudó a otra ciudad y fuiste el único niño de la cuadra que perdió algo que realmente te importaba.
Puede ser la vez que estabas jugando en el patio trasero, descalzo, y pisaste un abejorro que te picó el dedo más tierno del pie.
Esa fue una lección objetiva sobre el descubrimiento de un insecto que pica. Después de eso, mirabas por dónde andabas, siempre con zapatos.
Más de medio millón de personas son llevadas a urgencias cada año porque un avispón, una avispa, una chaqueta amarilla, una hormiga de fuego o una abeja han decidido clavártela. Y con la llegada de la primavera y el verano, estos bichos involuntariamente desagradables están a punto de salir de su escondite. Se sienten amenazados o simplemente son malos, pero su picadura puede provocar una reacción alérgica que te haga pensar en convertirte en un niño burbuja hasta la primera helada del otoño.
Políticas de precaución
Mientras aún están en estado de animación suspendida, ahora puede ser un buen momento para dar una vuelta por tu espacio exterior. Busca colmenas o nidos donde los pequeños bichos estén hibernando. Busque en la parte inferior de su porche, en los aleros, en los voladizos, en las ramas bajas de los árboles y en las cubiertas.
También podría encontrarse con un complejo de apartamentos de insectos picadores en arbustos y cobertizos, alrededor del garaje. Sea un insecto e intente averiguar qué sería un buen lugar para criar una familia de chinches de aguja. Una advertencia: Anota dónde ves estos nidos. No te metas en ellos tú mismo. Llame a un profesional, como nosotros, que sabe cómo tratar con estos bichos espinosos.
Guía de los insectos que pican
Eche un vistazo a esta lista parcial de plagas para que conozca a su enemigo antes de que llegue a conocerle de forma bíblica:
- Chaquetas amarillas.
Son de menos de una pulgada de tamaño con un patrón negro y amarillo. Su hogar puede llegar a ser del tamaño de un balón de fútbol. Pueden estar por encima del suelo o cerca de la superficie de su patio. Aunque se cree que son beneficiosas porque no son las mejores amigas de otras plagas del jardín, llame a un profesional de plagas con licencia para acabar con la amenaza. - Abejas de la miel.
Nos encanta su miel, pero como son muy sociables, viven en colonias, algunas de las cuales contienen hasta 80 mil abejas. No te van a molestar a menos que amenaces al grupo. Lo mejor es que consigas que un profesional las reubique donde no te hagan daño. Necesitamos abejas. No necesitamos matar a estos insectos de color marrón anaranjado o negro. - Abejas abejorro.
Sólo tienes que preocuparte por el abejorro a menos que esté cerca de una estructura. Otro grupo que no quieres erradicar. Si no fuera por estas plagas peludas, el mundo estaría lleno de cactus. Queremos que polinicen nuestras flores. - Abejas carpinteras.
Suelen excavar en la madera para construir sus casas. Ese es el problema. Pueden causar graves daños estructurales si no se controlan. Los machos no tienen aguijón, pero las damas del grupo te clavarán y te dolerá. - Cuernos Calvos.
Otro insecto beneficioso, pero al igual que los abejorros si están cerca de una estructura, lo mejor es conseguir un experto para que los expulse a otra parte del patio donde no harán daño. - Avispones europeos.
Al igual que los beneficiosos, estos marrones con rayas abdominales amarillas y una cara pálida suelen encontrar un hogar en su ático, en un árbol hueco, en un granero o entre las paredes de su casa. - Desfangadores.
Si odia a las arañas, debería amar a los desfangadores. Se dan un festín de arácnidos. Les gusta vivir en cobertizos, garajes, techos de porches y áticos. Las reconocerás porque son pequeñas y delgadas cosas negras. - Hormigas de terciopelo.
Estos aguijones no tienen absolutamente ningún ADN de hormiga. En realidad son avispas. Los nidos se encuentran generalmente en suelos arenosos o desnudos. Tienen un aguijón extremadamente poderoso. En algunas partes del país, son conocidas como «asesinas de vacas». Las hembras son las que hacen el daño. Los chicos son nebulosos que no pueden picar.
Puede que odies a los bichos con aguijón, pero en la mayoría de los casos si los dejas solos, simplemente zumbarán a lo largo de su alegre camino. A menos que pises uno con los pies descalzos. En ese momento, puedes murmurar esa sucia palabra que aprendiste de tu padre y que fue la primera en herir tu inocencia.