Asoka

Monumentos de la fe

Desde el decimosexto año de su reinado, Asoka registró permanentemente las doctrinas éticas inscribiéndolas en rocas, pilares de arenisca y paredes de cuevas en las distintas lenguas regionales. Hubo catorce edictos rupestres incisos en siete lugares diferentes de las provincias más remotas del imperio. Algunos de ellos se conservan prácticamente completos hasta nuestros días. La segunda gran serie es la de las Siete Inscripciones en los Pilares, de las que existen seis copias cada una, grabadas en pilares monolíticos de arenisca erigidos en diversas localidades de las provincias interiores. La séptima, quizás la más importante, se encuentra en un solo pilar. Las inscripciones restantes consisten en dos edictos de Kalinga en dos recensiones o revisiones críticas, tres inscripciones en cuevas, dos inscripciones en pilares de Tarai y varios edictos menores en pilares y rocas en varias recensiones. El número de documentos distintos es quizás de 35. Algunas inscripciones están en griego y arameo. Se han descubierto inscripciones bilingües en muchos pilares, lo que ha permitido descifrar las escrituras brahmi y karosthi. Muchos de los pilares contienen números arábigos, el regalo de la India a las matemáticas.

Se dice que Asoka construyó más de 8.000 templos y más de 1.000 estupas o tumbas en honor de Buda. La estupa de Bhilsa aún sobrevive. Los pilares de arenisca gris que se conservan de su palacio de Patliputra (la actual Patna) muestran una maravillosa ejecución técnica y un brillante detalle artístico. Los enormes bloques de piedra dura tienen un pulido exquisito que no tiene parangón en la India desde la época de Asoka. El sello del león de Asoka tallado en el pilar de Sarnath se ha convertido en el sello estatal de la India moderna, y la rueda de Asoka está representada en la franja central de la bandera de la India.

Ansioso por difundir su mensaje por toda la India, Asoka envió embajadas a Oriente Próximo. Sus edictos mencionan a Antíoco II, a Theos de Siria, a Ptolomeo II, a Filadelfo de Egipto, a Magas de Cirene, a Antigonos Gonatas de Macedonia y a Alejandro de Epiro. Su hijo Mahendra y su hija Samghamitra fueron a Ceilán, que desde entonces es un país budista. Se envió una misión a Birmania, mientras que otras fueron a la región del Himalaya y más allá. En el subcontinente indio envió sus opiniones a los gobernantes Cola, Cera y Pandya.

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