Si crees que tienes que cubrirte de pintura, tirarte al suelo y desnudarte hasta el traje de cumpleaños para ser un activista, piénsalo de nuevo. Un activista se define sencillamente como una persona que lucha por el cambio social.
Un aspecto hermoso del ser humano es que tenemos el poder de cambiar las cosas con las que no estamos de acuerdo, ya sea lo que hay en nuestra comida, cómo se trata a los animales en cautividad o la desigualdad entre géneros o razas. Cuando empiezas a actuar para concienciar sobre las causas que te preocupan, te conviertes en un activista en el proceso.
Así que, aunque las acciones aparentemente extremas mencionadas anteriormente te harán notar, no son, en absoluto, esenciales para convertirte en un activista. Todo lo que se necesita para convertirse en activista es pasión, conocimiento y el deseo de ayudar a lograr el cambio. Cualquiera puede hacerlo: aquí tienes siete formas de involucrarte en las causas que te preocupan:
Infórmate
Lee, consulta documentales, escucha podcasts de camino al trabajo: todo lo que puedas hacer para aprender lo máximo posible sobre tu causa sólo te ayudará a ser un mejor activista al darte los conocimientos que necesitas para educar a los demás y encender el cambio.
Las redes sociales han revolucionado la forma en que nos comunicamos y son una poderosa herramienta para los activistas. Facebook, Twitter, YouTube… sea cual sea la plataforma de medios sociales que elijas, hay toneladas de conexiones que se pueden hacer con personas y organizaciones que comparten los mismos valores y objetivos que tú. Asegúrate de compartir nuestras publicaciones también en tus redes sociales personales. Al ayudar a una organización cuyo trabajo admiras, aprenderás más sobre la causa que has elegido y harás valiosas conexiones con quienes se interesan por las mismas cosas que tú.
Encuentra personas afines
Cuando formas parte de una red de personas afines, tu causa adquiere un propósito más fuerte y te beneficiarás de su camaradería, apoyo y conocimiento. Las redes sociales y el voluntariado pueden ayudarte a ponerte en contacto con personas con intereses similares, pero no te detengas ahí. Saca a relucir tu trabajo de activista en las conversaciones cotidianas: nunca se sabe quién puede compartir las mismas pasiones y puede que reclutes a otro miembro para tu causa. Recuerde que, cuando se trata de activismo, la unión hace la fuerza
5. Sea creativo y diviértase Sé creativo y diviértete
Ser activista no significa limitarse a un tipo de activismo u otro. Se trata de compartir lo que sabes con otros que quizá no lo sepan. Hoy en día, el activismo adopta muchas formas, desde la cocina hasta el arte o la música. Diviértete con ello y hazlo interesante. Utiliza tus talentos personales para crear tu propia y única forma de activismo.
No te detengas
Nunca dejes de aprender y nunca dejes pasar la oportunidad de compartir lo que sabes. Quizá la mujer que está a tu lado en el tren esté interesada en uno de tus folletos sobre la agricultura industrial. O quizá tu barbero también quiera acabar con los transgénicos. Habla con la gente… lo peor que pueden hacer es decir que no están interesados. Pero te sorprenderá saber cuántos lo están.
7. Vívelo
El activismo consciente es el activismo por la acción. Piensa en ello como en predicar con el ejemplo. Puedes hacer declaraciones muy poderosas con la forma en que eliges vivir tu vida: dónde compras, lo que comes, la ropa que llevas… Asegúrate de que vives de acuerdo con los ideales en los que crees y estarás en el buen camino para promover el cambio.
Sé un Monstruo Verde
¡Qué mejor manera de contarle al mundo los problemas animales y medioambientales que te preocupan que convertirte en un Monstruo Verde! Escribiendo cada día para Un Planeta Verde tienes el poder de contar la historia de los animales de granja que necesitan ayuda, compartir consejos sobre cómo cocinar y comer pensando en el planeta y en los animales, ¡y cambiar la mentalidad de la gente de todo el mundo para mejor! ¿No es genial? Descubre cómo unirte al equipo de OGP haciendo clic aquí. También puedes hacer oír tu voz participando en nuestra campaña ¡Desata tu monstruo verde! Haz clic aquí para obtener más detalles y empezar.
Ser activista y luchar por el cambio no siempre es una tarea fácil, pero las recompensas superan con creces los inconvenientes. Para los Monstruos Verdes que ya son activistas, ¿qué consejo le darías a alguien que acaba de empezar su andadura como activista?