Al menos el 5% de las mujeres y el 12% de los hombres durante su vida experimentarán un cólico renal, al menos una vez. Se han sugerido muchas teorías sobre la etiología de los cálculos renales y se ha sugerido que las variaciones en la anatomía del sistema colector tienen un papel en la formación de cálculos. Este estudio se llevó a cabo para examinar el papel de la variación del sistema colector del polo inferior en pacientes con cálculos renales del polo inferior y se comparó con personas normales (donantes de riñón). Se investigó la anatomía del polo inferior del riñón (ángulo entre el infundíbulo inferior y la pelvis, longitud y diámetro del infundíbulo y número y patrón de distribución de los cálices) mediante una pielografía intravenosa (PIV) en 100 casos con cálculos urinarios (casos de estudio) y 400 personas con riñones normales (sujetos de control). El estudio fue un estudio transversal retrospectivo de casos y controles. Los resultados se analizaron mediante las pruebas de Mann-Whitney y de chi cuadrado para muestras independientes. El ángulo infundíbulo-pélvico (IPA) medio en los sujetos de control y en los pacientes fue de 112,5 +/- 10,7 y 96,6 +/- 28,8, respectivamente. Hubo una correlación significativa entre la reducción del ángulo y la formación de cálculos (P= < 0,001). El ángulo infundíbulo-uretero-pélvico (IUPA) medio en los sujetos de control y en los casos del estudio fue de 53,5 +/- 12,7 y 42,6 +/- 13,4, respectivamente. Hubo una correlación significativa entre la disminución del ángulo y la formación de cálculos (P = o < 0,001). La longitud media del infundíbulo del polo inferior del riñón (IPIL) en los controles y los pacientes del estudio fue de 22,5 +/- 4,1 y 27,5 +/- 7,7, respectivamente, lo cual fue estadísticamente significativo (P< 0,001). El número medio de cálices en el polo inferior del riñón (LPCN) en los controles y los pacientes del estudio fue de 2,6 +/- 0,6 y 3 +/- 0,9, respectivamente, lo cual fue estadísticamente significativo (P = o < 0,002). No hubo una correlación significativa entre la distribución de los cálices y la formación de cálculos (P= 0,366). Nuestro estudio sugiere que la anatomía renal anormal fue más común en los pacientes con cálculos en el polo inferior y debe considerarse un factor de riesgo para la formación de cálculos en el polo inferior.