La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) advirtió el año pasado a los pacientes que tomaban el anticoagulante Plavix que no debían tomar con él los medicamentos reductores de la acidez Prilosec o Nexium porque cualquiera de los dos inhibidores de la bomba de protones podría reducir la eficacia de Plavix, pero un nuevo documento de consenso publicado el lunes por tres grupos médicos afirma que los beneficios de la combinación superan a veces los posibles riesgos.
Plavix, con más de 9.000 millones de dólares de ventas anuales, es el segundo medicamento más vendido del mundo. Se utiliza ampliamente para prevenir la coagulación en pacientes que se han sometido a una cirugía de bypass, angioplastia, colocación de stents y algunos otros procedimientos. Dado que Plavix hace que los pacientes sean más propensos a las hemorragias, los médicos suelen recetar fármacos antiácidos para reducir el riesgo de irritación estomacal que podría provocar una hemorragia. Pero la FDA advirtió en noviembre de 2009 que tomar Prilosec, Nexium o el medicamento genérico omeprazol podía reducir la eficacia de Plavix en un 50%. En su lugar, la FDA sugirió que los pacientes tomaran un medicamento de la familia conocida como inhibidores H2, como Zantac. Estos fármacos, sin embargo, no son tan eficaces para reducir la acidez.
La doctora Neena S. Abraham, gastroenteróloga del Baylor College of Medicine y presidenta del comité de redacción del nuevo documento, dijo que al comité le preocupaba que las interacciones entre las dos clases de fármacos observadas en el tubo de ensayo no se reprodujeran necesariamente en los seres humanos y que un estudio reciente en personas no respaldara las conclusiones iniciales de la FDA. El comité señaló que los medicamentos antiácidos deben seguir utilizándose en personas con antecedentes de hemorragia gastrointestinal, así como en aquellas con múltiples factores de riesgo de hemorragia gastrointestinal, entre ellos: antecedentes de úlcera péptica; edad avanzada; uso de anticoagulantes, esteroides, antiinflamatorios no esteroideos; e infección por Helicobacter pylori. Los fármacos no se recomiendan para los pacientes que tienen un menor riesgo de hemorragia digestiva alta y, por tanto, tienen mucho menos potencial para beneficiarse del tratamiento profiláctico.
El trabajo del comité fue financiado en su totalidad por la Fundación del Colegio Americano de Cardiología, sin contribuciones de la industria.