Tendones
Tendón de Aquiles: El tendón de Aquiles proporciona estabilidad y limita el rango de movimiento en la articulación del tobillo. Es el tendón más grueso y fuerte del cuerpo. Los tendones son un tejido común que conecta el músculo con el hueso.
Un tendón es un tejido conectivo fibroso en forma de cordón que conecta el músculo con el hueso y es capaz de soportar la tensión. En cualquiera de los extremos del tendón, sus fibras se entrelazan con la fascia de un músculo o el periostio (una densa cubierta fibrosa de un hueso), permitiendo que la fuerza se disipe a través del hueso o del músculo.
Los tendones están formados principalmente por fibras de colágeno estrechamente empaquetadas que corren paralelas a la fuerza generada por el músculo al que están unidos. Entrelazadas con las fibras de colágeno hay moléculas de elastina, que mejoran la elasticidad de los tendones, y varios proteoglicanos, proteínas a las que se unen muchas moléculas de carbohidratos. Estas proteínas desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de la organización del tendón, especialmente durante la compresión y la extensión.
Antaño se pensaba que los tendones sólo desempeñaban una función conectiva pasiva. Sin embargo, las investigaciones sobre sus propiedades elásticas han demostrado que también pueden actuar como muelles. La elasticidad de los tendones les permite almacenar energía de forma pasiva para liberarla posteriormente. El ejemplo más investigado es el del tendón de Aquiles, que almacena y libera energía elástica durante la marcha, mejorando la eficiencia y reduciendo la carga muscular.